He sido adversario de las AFP desde que la dictadura las impuso, pero nunca he sido partidario de eliminarlas por ley, a pesar de su fracaso para entregar pensiones dignas y su vergonzoso éxito en concentrar la economía, fortalecer los grupos económicos, limitar la libertad de prensa y corromper la politica.

Desde que recuperamos la democracia he defendido el derecho de los afectados a decidir dónde realizar los aportes obligatorios para pensiones y la justicia de restablecer el aporte patronal.

Reconozco que fui derrotado en mi partido de siempre,  la DC ,a pesar de los acuerdos tomados  en el Congreso del 2007 y en diversas Juntas Nacionales con las propuestas de cambios.

El neo liberalismo concertacionista se impuso de hecho en los gobiernos y en las principales candidaturas.

En vez de introducir cambios de fondo las fueron fortaleciendo. Para ello las legitimaron y les dieron ventajas extras, tributarias algunas y otras jugosas inequidades como la  Comisión  fantasma que les sigue permitiendo expropiarnos 1 millón  de dólares diarios y les ampliaron el margen de negocios para el exterior.

Hemos llegado al extremo que para tapar el abuso de las bajas pensiones les entregamos subsidios increíbles. Por ejemplo si en noviembre pasado la pensión promedio era de 177 mil pesos.  con la Pensión Única Garantizada de algo más de $ 200 mil pesos mensuales bordeaba los 400 mil pesos mensuales. Es un avance, del cual aún están marginados muchos sectores de clase media.

 para los afiliados? Por supuesto, pero pagados con fondos públicos, al igual que el privilegiado régimen  previsional de los uniformados. 

Eso no es reparto? No, es usar la plata publica para beneficiar aún más las grandes ganancias de las AFP.
Este gobierno llegó con ideas extremas de eliminar las isapres y las AFP.  Sus errores de anuncios y arrepentimientos los pagamos los afiliados.

En las Isapres , la ley de la vergüenza, apoyada por el gobierno y amplios   sectores políticos  que anula los beneficios establecidos por la Corte Suprema, nos obliga a pagar demás  para que con nuestra plata nos  cancelen  la deuda que tienen con nosotros los que violaron la ley.

Este proyecto de reforma de pensiones,  con letra grande dice que los empleadores aportarán 7%, y con letra chica dicen que será gradual, en 9 años.

Este proyecto con letra grande y chica dice que  cerca de un  4, 5 irá a las AFP y 2, 5 a las Compañías de seguro , que son dueñas de casi todas las AFP.

Cómo habrá gasto fiscal, los trabajadores tendriamos que hacerle un préstamo al Estado, pagadero en 10 o 20 años con un Bono transable en el mercado.

En el extenso proyecto, con 176 páginas de indicaciones, hay menciones a seguridad social para el futuro, sin certezas de concretarse.

Lo mas seguro es que desde el año uno las AFP manejarán más plata,  las Compañías de Seguro venderán pólizas más caras, los empleadores aportarán y cosecharán  los mismos de siempre.

Invito al gobierno a explicitar en cuánto y cuando subirán las pensiones actuales,  en que porcentaje subirán  los montos  a recibir los que se pensionen en los próximos 10 años.

Llenar páginas y páginas de literatura y cálculos cuestionables no sirve para solucionar los abusos que vivimos.
El gobierno quiere obtener logros. Entendible, pero en el hecho ha fortalecido las Isapres y las AFP. No lo pueden negar.

Después de sembrar vientos  con un lenguaje extremo sin apreciar los efectos internos y externos, nos pagan con tempestades que se alargan. Seria más honesto reconocer los errores y no buscar salidas que fortalecen entidades que tanto han abusado.

La derecha y los defensores de las AFP de la centro izquierda  celebran que los nuevos recursos  irán a las  cuentas de los afiliados, a ser manejados por las AFP. Pero siguen manteniendo a los dueños  alejados del manejo real de sus fondos.

Un 7% patronal es justo, pero necesita subvencionar a las empresas pequeñas, debe ser gradual pero No debe ir a las AFP ni al Presupuesto Nacional.  Debe ir  un Fondo estatal, dirigido por  representantes de empleadores, trabajadores y el gobierno, cómo disponen las reglas de la OIT.

Sus recursos deben invertirse en Chile para que los privados y el sector público tengan recursos de mediano y largo plazo para permitir crecimiento en todo el país.

No olvidemos que hoy las AFP manejan 200 mil millones de dolares , dos Presupuestos Nacionales y un porcentaje  importante se invierte afuera, cobrando la comisión  fantasma por ello a los afiliados sin informarnos.

Un  4. 5%  adicional sería muy sano y útil para  pagar un seguro de longevidad, que implica derogar  las  arbitraria normas sobre expectativas de vida y financiar la Pensión Garantizada Universal.

Una AFP estatal podría regular mejor  que las licitaciones. Las cotizaciones se harían en las oficinas de la Tesorería y las cuentas las gestionarla el IPS. Costo para afiliados?,cero peso.

La batalla comunicacional se perdió. Entre mi plata y el Gobierno, perdió Chile. Pero si dijéramos aporte patronal asegura PGU , 250 mil pesos, más lo que el trabajador o trabajadora  aporte , más seguro de longevidad que incrementa en 20% las pensiones y capital para generar empleo en Chile , elegido libremente por el afiliado, la cosa seria distinta.

No represento nada más que mi propia opinión, respaldada por estudios, libros , artículos, acciones en los Tribunales , mis aportes  en comisiones parlamentarias y mi participación en marchas pacíficas.

Pero creo recojer el sentimiento abrumador y mayoritario que muestran las encuestas de repudio a Isapres y AFP, así cómo la desilusión de los ciudadanos con sus representantes.

Cómo dijo el senador independiente Bernie Sanders en EEUU,   los votantes  abandonaron a los demócratas porque los demócratas se olvidaron de sus votantes.

Lo hemos vivido los DC y los otros partidos. La explicación de que las Isapres o las AFP  son muy poderosas para poder modificar el rumbo es una mala excusa.

La política no puede lograr lo imposible  pero sí puede y debe ampliar las fronteras de lo posible.

Con pena auténtica debo concluir que estos cambios no nos sirven.

Ojalá que las fuerzas que se consideran progresistas no sigan fortaleciendo a los poderosos votando leyes cómo esta o jugando a favor de la derecha con propuestas , no solo extremistas sino que ineficientes y favoreciendo acciones de fuerza que no suman, sino que restan.