Fueron los propios jugadores de la Roja quienes solicitaron la presencia de la Presidenta Michelle Bachelet en Brasil para el crucial partido con el que buscarían sellar su paso al Mundial de Rusia 2018. Finalmente, la vocera de Gobierno, Paula Narváez, fue quien confirmó el viaje de la Mandataria para este martes en la tarde.

Esto último, ocurrió una hora antes de que Bachelet junto a su equipo de comunicaciones y de seguridad tomaran el avión de la Fuerza Aérea para trasladarse a Brasil, el que fue preparado tanto por Presidencia como por la FACh.

Según publicó Radio Bio Bio, utilizar el avión Gulfstream IV de la FACh en el que viajó la Presidenta, tiene un costo por hora superior a los siete mil dólares, lo que equivale a $4 millones 403 mil. Esta cifra, multiplicado por las 8 horas en total de viaje, sumando el trayecto de ida y vuelta entre Chile y Brasil, llegaría sobre los $35 millones, valor en el que no se contó la comida abordo y las horas extras, sumado a las asignaciones que reciben carabineros por volar en un avión estatal.

La cifra antes mencionada tampoco incorporó el gasto en hoteles y arriendo de vehículos para el traslado por las calles de Sao Paulo, lo que fue coordinado con la cancillería de ese país, lo que eleva aún más el costo desembolsado.

El viaje realizado por Bachelet ya está bajo la mira de Contraloría, que ya en 2009 cuestionó la legalidad de los tradicionales viajes del buque Aquiles de la Armada que recorría los canales del sur de Chile, suspendiendo, finalmente, debido a un mal uso de los recursos públicos para fines personales.

Si la Presidenta hubiera optado por recurrir a un vuelo comercial, financiado con su patrimonio personal, le habría costado unos U$683 en la aerolínea LATAM con viaje directo Santiago – Sao Paulo, solo por comprarlo de un momento a otro. Si hubiese optado por pasar a “primera clase”, el valor habría llegado a los US$2.274.