Por Equipo Cambio21
Cuando el Vaticano confirmó la visita del Papa Francisco para el verano de 2018 las críticas arreciaron. Que el costo fiscal, que oscila entre los 7 y los 10 mil millones de pesos. Que se trata de una institución cuestionada por los casos de sacerdotes involucrados en casos de pedofilia, pederastia y estupro. O que incluso diversos sectores del clero cuestionen sus posturas progresistas, por su carácter de jesuita, sumado a la cercanía que ha mostrado con el presidente de Bolivia, Evo Morales, en lo relativo a la demanda por salida al mar.
Todo mal.
Pero resulta que al gobierno se le ocurrió enviar un proyecto de ley -con discusión inmediata- que busca decretar como feriado regional el próximo martes 16 de enero, fecha en la que Jorge Bergoglio estará en Santiago, y todo cambió.
Según las autoridades del Ejecutivo, se necesita tranquilidad y seguridad para que los fieles -en día laboral- vayan a ver al líder religioso al Parque O'Higgins. Y como el empresariado, a través de la Confederación de la Producción y del Comercio, dio luz verde, a pesar de que estamos en presencia de un inminente sándwich estival al juntarlo con el lunes 15, nada podría ser mejor.
Eso sí, la ley no cuenta con total apoyo. De hecho, el diputado liberal Vlado Mirosevic anticipó por Twitter que rechazará el feriado capitalino “Estamos en un Estado laico. Fin del comunicado”, alegó.
El analista Patricio Navia, en tanto, escribió en la misma red social que “soy decididamente anticlerical, pero la gente tiene derecho a ejercer su fe. Hay que declarar feriado para visita del Papa por una cuestión práctica. Usted igual puede hacer su pega desde casa o trabajar en otra cosa”.
“Si declaran feriado el 16 enero por la visita del Papa las oficinas del Movilh funcionarán normalmente. ¡Estado laico ya!”, exclamaron desde el Movimiento de Liberación Homosexual.
“Esto no es un feriado porque viene el Papa, sino porque habrán 1,2 millones de personas que se estarán movilizando”, retrucó Javier Peralta, director ejecutivo de la Comisión por Visita Papal.
No pagan impuestos
- Ni ahí con el Papa...
- Pero van a dar feriado...
- SANTO, SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR... DIOS DEL UNIVERSO, DEL CIELO Y LA TIERRA…
El sentido del humor siempre aparece en estos casos, por cierto, influenciado por al nuevo feriado ocasional que se aprobaría para mediados de enero.
¿Típico doble estándar chileno? “Ni lo uno ni lo otro”, sentencia el sociólogo y escritor Pablo Huneeus. “Los trabajadores independientes no estamos nada de contentos con este día libre. A las pymes nadie les paga. En cambio, los demás que tienen contratos y pitutos cobran sus lucas igual no más”, comentó a Cambio21.
“En Chile hay pega precaria y tenemos que gente que vive del feriado. Qué pasa con las entregas y las ventas de libros, que hoy en una gran mayoría se hacen en los malls, no hay. Yo mismo tengo entregas los martes en un importante supermercado. Por eso que veo acá una pequeña catástrofe”, lamentó.
“Además, que no sé qué hacer en los feriados. Para mí el trabajo es muy importante en mi vida. Y otra cosa: ¿va a pasar lo mismo si viene un mulá, un ayatola o el Dalai Lama a Chile? Nótese que estamos hablando de una industria religiosa que está exenta de impuestos. O sea, que si yo voy al Vaticano a pedir que me publiquen un libro no pasa nada, pero si ellos vienen para acá se paraliza todo. Mala idea”, remató el profesional.