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¿Viene Maduro al cambio de mando de Piñera? La primera prueba de fuego para la centroizquierda

Por Equipo Cambio21
 
 
La invitación cursada por la Cancillería chilena al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para que asista al cambio de mando del mandatario electo Sebastián Piñera el próximo 11 de marzo, no pasó inadvertida por el mundo político aún en tiempos de receso parlamentario.
 
De hecho, de forma transversal, diputados y senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores rechazaron su venida, a causa de la grave crisis social y económica que se vive en el país llanero e incluso sugirieron que no concurra a la ceremonia de traspaso.
 
Más allá de que el jefe de Estado venezolano y heredero del “chavismo” acepte o rechace el gesto diplomático nacional, el asunto es que el debate ideológico se mantendrá en pie por los ribetes que tiene en lo que será la oposición de centroizquierda al gobierno de Piñera.
 
 
“Izquierdas divididas”
 
Se sabe que por un lado están los críticos del actuar de Maduro en lo que respecta a violaciones a los derechos humanos en contra de la oposición y, por el otro, los sectores que defienden su postura.
 
Así lo explicó a Cambio21 Esteban Valenzuela, exdiputado y dirigente del Movimiento Regionalista Verde Social: “Chile tiene lazos muy históricos con Venezuela, como el convenio ‘Andrés Bello’, el cual permitió recibir a muchos exiliados en la dictadura, muchos de los cuales son partidarios del chavismo, aunque otros son detractores aun siendo de izquierda, dado que no avalan en lo que ha derivado este modelo”.
 
“Creo que la visita de Maduro hay que verla como una oportunidad. Tanto la Presidenta Bachelet como el Presidente Piñera deben enfatizar la necesidad de que fructifique el diálogo. Sería un grave error de parte de la derecha y del próximo ministro de Relaciones Exteriores (Roberto Ampuero), que es alguien converso en materia política, se mandara un desaire, ya no contra Maduro, sino que hacia Venezuela”, comentó.
 
 
El también académico sostuvo que “las izquierdas han estado divididas en muchos temas en política exterior. Basta recordar que Isabel Allende (PS) le pidió a Fidel Castro -en Canelo de Nos- la apertura democrática en Cuba, no obstante que se habían reconocido las virtudes de la revolución”.
 
“Yo mismo encabecé una condena a China por la represión en el Tíbet en la pasada olimpiada de Beijing, pero buena parte de la izquierda mantiene muchos lazos con el PC chino a pesar de los problemas de capitalismo salvaje, contaminación y DDHH que hay ahí”, agregó.
 
A juicio de Valenzuela, “hay que dejar de lado el signo partidario de Maduro. Todos los sectores de Chile deben decir que queremos elecciones limpias en Venezuela y con transparencia para la oposición”.
 
"Ruido y lazos"
 
Patricio Gajardo, analista internacional, asegura que el tema Maduro “es divisivo para la centroizquierda, porque las visiones contrapuestas que existen”.
 
“La DC está fuertemente dividida, pero si hay un factor que une es tener una postura común frente a Venezuela. Aún los sectores más cercanos a Yasna Provoste (chascones) no se sienten adherentes a la propuesta de Maduro, quien, de venir, trataría de tener un protagonismo importante, dado que está aislado. Por eso que no sería un paso protocolar. Haría ruido y generaría lazos”, indicó a este medio.
 
 
“A eso se suma que Rex Tillerson, secretario de Estado de EE.UU., discutió con el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, la invitación que se la haría a Maduro para la Cumbre de las Américas que se haría en Lima en abril. Si Maduro va a esa cita (donde Donald Trump es posible que no vaya), aprovecharía su pasada por Chile en marzo para llamar la atención”, insistió.