La Presidencia de la República, contraviniendo la política de austeridad en la adquisición de vehículos para la administración pública, compró un automóvil de lujo, Lexus modelo LS500h del año, híbrido y de nada menos que de 70 millones de pesos, para los traslados exclusivos de Sebastián Piñera.
La adquisición se realizó al concesionario Bruno Fritsch, según consta en el sitio en internet MercadoPublico.cl. En la primera administración Piñera el vehículo de la Presidencia se recibió vía comodato de la misma empresa.
Desde La Moneda explicaron al diario que los fondos para la compra provienen de la partida presupuestaria 01 de la Presidencia, y que de los 109 millones de pesos disponibles se utilizó sólo el 65 por ciento, por lo que restan otros 30 millones de pesos para comprar otros vehículos, si así se decide.
En los "considerandos" se especifica la necesidad de contar con un sedán con altos estándares de seguridad, por recomendación del jefe del Departamento de Seguridad Presidencial.
Hasta ahora, "el Mandatario utiliza un auto de su propiedad para desempeñar sus labores", por lo que "se hacía urgente la adquisición de un auto con amplio habitáculo para incluso trabajar en él", conforme indica la resolución.
Bruno Fritsch entregará el Lexus a la Presidencia en los próximos días y, a partir de eso, el auto oficial comenzará a trasladar a Piñera a sus actividades.
¿Austeridad?
Esta compra se da en medio de la política de "austeridad fiscal" anunciada por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien hace poco firmó un instructivo que contempla la disminución de gastos en publicidad y difusión, ceremonias, celebraciones anuales, contratación a honorarios y, también, adquisición de vehículos.
Cabe recordar que hace menos de dos semanas, el 11 de abril, se conoció que el Ministerio del Interior había ordenado la compra de un sillón de 2,3 millones de pesos, pero apenas la prensa dio cuenta de esta información la orden fue cancelada y atribuida a "un error".
La adquisición del Lexus de lujo para Piñera, se da justo en la semana en que el Gobierno "bajó" un proyecto de indemnización para víctimas y sobrevivientes de violaciones a los derechos humanos, bajo el pretexto de no existir fondos disponibles.
La contradicción entre la austeridad para los otros y el lujo propio, no es novedad en altas esferas. Como se recordará, en el Ejército diurante la administración de su ex comandante, general (r) Humberto Oviedo, como consecuencia del llamado "milicogate", esa institucioón determinó bajar al máximo sus gastos superfluos, al mismo tiempo que Oviedo adquiría un automóvil de lujo marca Hyundai modelo Equus del año en $43 millones de pesos, lo que la propia derecha en esa oportunidad criticó...
El acto de ostentación y pompa en La Moneda es el corolario de la semana más negra de Piñera y su gobierno de los "tiempos mejores", marcada por las declaraciones poco criteriosas (en los dichos de personeros de la propia derecha) de alguno de sus ministros, el portazo en materia de DDHH y el nepotismo que alcanza, una vez más, a la familia Piñera.
