Por siete votos a favor y cuatro en contra, una comisión del Senado de Brasil aprobó este martes solicitar que el presidente Jair Bolsonaro sea procesado por crímenes contra la humanidad, debido a las muertes por covid-19 en el país, y otros nueve delitos relacionados.
Lo anterior, luego que el informe final de la instancia señalara que la “estrategia macabra” del Gobierno federal ante la pandemia supuso 120.000 muertes que se podrían haber evitado.
La comisión, que durante seis meses escrutó las acciones y omisiones del Ejecutivo, pidió que otras 65 personas, incluidos ministros, exministros y tres hijos del mandatario, se sienten en el banquillo.
Será el fiscal general —designado por Bolsonaro y aliado suyo— quien decida si presenta o no cargos contra el mandatario y el resto de los aforados.
El texto aseguró que “si se hubieran aplicado sistemáticamente medidas no farmacológicas, se podrían haber reducido los niveles de transmisión del covid-19 en aproximadamente un 40%, lo que significa que se podrían haber salvado 120.000 vidas para fines de marzo de 2021″. La sesión se cerró con un minuto de silencio.
Las 1.288 páginas del informe final no suponen una variación sustancial de la propuesta difundida la semana pasada por el relator. Los senadores sostienen en el documento definitivo que han reunido pruebas de que “el Gobierno federal fue omiso y optó por actuar de manera no técnica e imprudente para afrontar la pandemia del nuevo coronavirus, exponiendo deliberadamente a la población a un riesgo concreto de infección masiva”.
Los otros delitos que se le imputan al mandatario son epidemia con resultado de muerte, violación de medidas sanitarias preventivas, charlatanismo, incitación al delito, falsificación de documento, uso irregular de subvenciones, prevaricación y dos cargos tipificados como crímenes de responsabilidad.