Por José Valencia Castañeda, Periodista, diseñador y dibujante
El 13 de julio se celebró el Día Internacional del Rock, una fecha que conmemora este género musical irreverente y trascendente entre generaciones que van desde abuelos a nietos, dejando una huella imborrable en la cultura mundial desde su origen hasta hoy.
Esta mención tiene su origen en el histórico concierto Live Aid de 1985, organizado por Bob Geldof y Midge Ure, creado para recaudar fondos y conciencia sobre la hambruna en Etiopía.
El evento, que tuvo lugar simultáneamente en Londres y Filadelfia, contó con actuaciones de artistas tan icónicos como Queen, U2, David Bowie, y Led Zeppelin, entre otros.
El rock más que un género musical; es un movimiento cultural que ha influido en distintas esferas de la sociedad, incidiendo desde tendencias en la moda hasta posiciones políticas expresadas por grandes masas, especialmente en la juventud. Desde sus raíces en el blues y el rock and roll de los años 50, pasando por la explosión de la psicodelia y el hard rock en los 60 y 70, hasta las innumerables subculturas y estilos como el grunge o el metal que han surgido en el tiempo, el rock ha sido un reflejo y un motor de cambio social.
En la comuna de La Reina, Santiago de Chile, se encuentra una institución que además de enseñar música, cultiva sueños: School of Rock La Reina. Desde su fundación hace un año, ha sido un faro de creatividad y pasión para niños, jóvenes y adultos que buscan expresarse a través del rock y sus derivaciones musicales. Esta escuela no es sólo para futuros profesionales de la música; es para cualquiera que quiera explorar su amor por este arte.
Ofrece clases para todas las edades y niveles, desde principiantes hasta músicos avanzados, con una oferta variada que incluye instrumentos y canto, los docentes te asignan un grupo y se aseguran de cubrir todas las características de una banda de rock tradicional.
Más que una academia, lo que diferencia a esta escuela de otras instituciones, es su enfoque en la experiencia práctica. Los estudiantes son instruidos en teoría y práctica musical, además tienen numerosas oportunidades para tocar en vivo y aprenden específicamente los temas que van a interpretar.
La organización produce recitales y conciertos donde las bandas emergentes experimentan la emoción escénica, muestran sus habilidades y ganan experiencia en el ambiente.
Esta metodología mejora sus habilidades técnicas y también fortalece su confianza y trabajo en equipo, aspecto no menor, considerando que la relación al interior de las bandas es una tarea históricamente compleja. Las dependencias de School of Rock rigurosamente equipadas, están emplazadas en el corazón de la comuna del sector oriente de la capital, tiene salas para clases de bajo, canto, guitarra, teclado y batería, además de salones de ensayo.
Los menores de edad asisten en un horario especial, diferenciado de los adultos y siempre son monitoreados por la central de cámaras, otorgando tranquilidad a quienes matriculan a sus hijos e hijas para que se conviertan en estrellas de rock, heredando así, el anhelo que alguna vez sus progenitores quisieron abrazar.
En la era de la música digital y con el protagonismo de los géneros urbanos (algunos con poco de música y mucho de machismo), el rock sigue siendo una fuerza relevante, una resistencia cultural, vibrante y significativa. Aunque con menos frecuencia que antes, nuevas bandas continúan emergiendo y las leyendas del rock (algunas longevas) siguen llenando estadios y vendiendo discos.
El espíritu rebelde y transformador de esta corriente musical sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones de músicos. Desde sus humildes comienzos hasta los grandes escenarios globales, el rock ha sido una banda sonora para generaciones de soñadores, rebeldes y visionarios. Así que, ya sea que estés tocando una guitarra eléctrica en tu habitación, escuchando tus vinilos favoritos, asistiendo a un concierto o simplemente cantes en la ducha, recuerda siempre que cada 13 de julio otra vez recordamos el poder inigualable del rock y que todavía puedes cumplir tu sueño de rockear.