¿Qué arrojaron los resultados?
Ante la pregunta de si un cambio de Constitución significará un cambio en su vida cotidiana, un 62.7% respondió que sí y un 37.3% que no. Además, un 71.2% asegura que la nueva Constitución tendrá un impacto positivo en el futuro cercano, contra un 7.4% que opina que el impacto será negativo y el 21.3% que considera que la modificación tendrá impacto nulo.
Respecto a la Carta Magna, resaltó la importancia que tiene en la escala de prioridades de los encuestados, con un 39.1%, ubicándose sobre una reforma al sistema previsional (31.35) y un cambio en el sistema de salud (29.6%).
¿Qué municipios participaron y qué concluyeron?
Estación Central, Colina, Padre Hurtado, Rancagua, Santa Cruz, Sagrada Familia, Zapallar, Hualañé, Panquehue, Talcahuano,Til Til, Los Andes, Mostazal, La Estrella y Pumanque.
Entre las conclusiones, destacó: “Los ciudadanos tienen grandes expectativas de que una nueva Constitución aportará positivamente a sus vidas, más allá de que un porcentaje importante de ellos no la haya leído y no conozcan sus aspectos fundamentales en su mayoría. Esto generará una alta responsabilidad de quiénes participaran en el proceso constituyente de cumplir con esas expectativas”, concluyó la consulta.
Además, considerando que un 56.9% no ha leído la actual Constitución y que un 57.8% asegura no conocer los aspectos fundamentales de la misma, consignó: Una de las explicaciones que puede darse es que en Chile la mayoría de las personas no ha leído la Constitución Política de la República, derivado en parte por el exiguo énfasis institucional del Estado Chileno por potenciar programas y planes que fortalezcan la participación ciudadana y la cultura cívica. Desde el punto de vista de la planificación, ello significaría por una parte, estandarizar un programa que permita a los chilenos acceder por igual a esa formación y por otra, su implementación en distintos niveles del desarrollo personal y profesional de las personas”.