La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reveló un informe de la consecuencias de la emergencia sanitaria en la dieta de las personas.

 

En el caso de Chile, la población que sufre subalimentación (hambre de forma constante) alcanzó un 3,4% entre 2018 y 2020, comparado con 3,1% entre 2004 y 2006.

 

Eso implica que a nivel nacional afectó a 600 mil entre esos años. Además, 3,4 millones de personas sufrieron de inseguridad alimentaria grave o moderada entre 2018 y 2020 —es decir, dificultad para acceder a alimentados saludables y nutritivos—, en comparación con los 1,9 millones de chilenos en esas circunstancias entre 2014 y 2016.

 

Eve Crowley, la representante de la FAO en Chile, señaló que "el último incremento de la malnutrición responde a los efectos de la pandemia por covid-19, pero tiene su origen en una profunda desigualdad, en el mundo y en Chile".