En entrevista con La Segunda, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei reflexionó sobre las denuncias de acoso y abuso sexual que tienen movilizadas las universidades del país y el impacto del movimiento feminista en la sociedad.

 

“Que estalle me alegra. Algunas posturas son muy extremistas, pero a veces en necesario un grito fuerte de rabia y, quizás también de extremismo para correr la valla, si no, no se escucha”, dijo al vespertino.

 

Consultada por las declaraciones de Harald Beyer sobre que “entre profesores y alumnos no debiera haber amistad”, señaló que no estaba de acuerdo. “Al contrario: el cariño, la cercanía, el involucramiento, hacen que el alumno aprenda más, que se involucre mucho más”, dijo.

 

Además contó sobre la experiencia con su marido Jorge Desormeaux, “yo pololeé con mi marido cuando él era mi profesor. Era un pololeo absolutamente abierto, todo el mundo sabía”.

 

También desentrañó, que al mes de que salió público el tema, anunció en la universidad que se iba a casar. “Entre que nos conocimos y nos casamos pasaron menos de cinco meses”, recuerda.

 

Sobre si pasó el ramo, la alcaldesa y ex candidata presidencial, respondió que “con 6.9. No me quiso dar el 7. Era muy buena alumna, era un ramo de posgrado y éramos cinco alumnos. Estudié muchísimo, quería demostrar que me la podía”.

 

Categórica en marcar diferencia en casos de abuso de poder, Matthei dijo que ambos “éramos personas hechas y derechas” y que “eso es muy distinto en comparación a un profesor que te invita a su casa, está casado, te hace venir a horas raras a su oficina. Es distinto a cuando es abierto y reconocido”.

 

¿Pero cuáles son límites? La edil de Providencia fue clara: “No hay ninguna frontera. La frontera se hace caso a caso”.