Eugene Arreola y Miguel Sánchez, ex guardaespaldas de Johnny Depp, presentaron una demanda en la Corte Superior de California exigiendo compensaciones por todos los años que trabajaron junto al actor en los que -aseguran- fueron obligados a hacer tareas para las que no fueron contratados.
De acuerdo a New York Post, ambos guardias trabajaron durante años para la compañía Premier Group International que ofrecía seguridad al protagonista de "El joven manos de tijera" (1990). En 2016 fueron contratados por Depp para que continuaran con su trabajo pero formando parte de su equipo de empleados.
Tras ello, aseguran que dejaron de recibir el pago por horas extras y de los días de descanso. En dicho período tampoco habrían disfrutado del tiempo que exige la ley para descansar o comer. Según reporta el diario neoyorquino, en la demanda reclaman que fueron expuestos a situaciones "que requerían más de los que se espera haga un guardia de seguridad", lo que incluyó ser usados constantemente como choferes para su familia e incluso manifiestan que se les pidió repetidamente conducir autos en los que habían "sustancias ilegales".
Entre otros alegatos indican que se vieron obligados a "proteger a Depp de sí mismo y sus vicios mientras estaba en público convirtiéndose en sus cuidadores". Además, de acuerdo al diario, los demandantes mencionan que en una oportunidad tuvieron que advertir al actor que tenía "una sustancia ilegal en su cara y su cuerpo mientras evitaban que espectadores notaran su condición" en un club nocturno.
En el documento legal señalan que "como resultado del ambiente tóxico y peligroso, y constante violación a códigos de trabajo, los demandantes se vieron obligados a dejar su empleo", y esperan que se les compense por el tiempo que les correspondía comer y descansar, además del pago de sus horas extras y sueldos pendientes.