Un nuevo giro sufrió el caso de Tomás Bravo, el niño de 3 años que desapareció el 17 de febrero y cuyo cuerpo fue encontrado nueve días después en el sector de Caripilún.

Este martes, la Fiscalía Regional del Biobío descartó la hipótesis de que la muerte del menor haya sido de carácter "accidental". La información fue revelada después de que representantes del Ministerio Público sostuvieran una nueva reunión con la familia del menor.

El ente persecutor señaló que "en la presente jornada la fiscal regional del Biobío, Marcela Cartagena Ramos, sostuvo una reunión con la madre del niño T.B.G., su abogado y el abogado del padre, para comunicarles los avances de la investigación y los resultados más recientes de pericias científicas".

"En virtud de estos, la Fiscalía ha descartado la hipótesis de que la muerte de T.B.G. haya sido de carácter accidental", afirmó, adelantando que "la indagatoria se concentra, desde ahora, únicamente en la línea investigativa de que su fallecimiento ocurrió por la intervención de terceras personas".

"Todos los detalles de esta conclusión, fueron entregados a la familia y sus abogados, y se considera prudente que no sean revelados públicamente, para favorecer el desarrollo de las diligencias y peritajes que están en curso", agregó.

La Fiscalía solicitará al Juzgado de Garantía de Arauco adelantar el plazo de las indagatorias. Según trascendió, la petición será solicitada con un peritaje encargado al extranjero, el cual acreditaría que el menor fue víctima de una agresión sexual a manos de un adulto, contradiciendo al informe del Servicio Médico Legal que descartaba intervención de terceros.

Recordemos que el tío abuelo del niño, Jorge Escobar, fue detenido como principal sospechoso e imputado bajo el cargo de homicidio simple. Sin embargo, fue dejado en libertad a comienzos de marzo después de que la justicia estableció que las pruebas contra él no eran suficientes durante la audiencia de formalización.