Fundó y lideró Hope for Wholeness, un grupo que opera en California y que busca, a través de la terapia psicológica y de enseñanzas religiosas, convertir a los homosexuales en heterosexuales. Dos décadas después se declaró gay. Es la vida de McKrae Game, un hombre de 51 años que eligió, a la distancia, arrepentirse de lo que creó.
"Era un fanático religioso que hirió a la gente. Hay algunos que intentaron suicidarse por mí y por las cosas que dije. Gente que conozco está en terapia ahora por mí", dijo esta semana en una entrevista con el periódico Post and Courier.
Allí, Game, que solía calificar la homosexualidad como una "gran artimaña", decidió disculparse por la "práctica dañina que ha perjudicado a generaciones" y a sí mismo.
La terapia está basada en consejería psicológica y enseñanzas religiosas y tienen métodos muy criticados y denunciados. Hoy esas prácticas están prohibidas en 18 de los 50 estados americanos. El lema del programa de McKrae era "Liberarse de la homosexualidad a través de Jesucristo".
McKrae, en ese entonces, estaba convencido de que hacía lo correcto, luchar contra las identidades LGBTQ.
Todo quedó en mi pasado, pero todavía hay mucha gente que cree que hay algo malo con ellos y con la gente que decide vivir su vida honestamente como gay, lesbiana, trans…", escribió en sus redes en los últimos días.
Pero no todo termina allí, porque Game eligió mostrarse en los medios, dos años después de haber sido expulsado de Hope for Wholeness, para confesar que actualmente es homosexual. Y dijo que lo reveló ahora porque tenía miedo de que alguien más que él opte por contar su "secreto", por lo que prefería controlar su propia historia.
McKrae Game, el ex líder de terapias para convertir homosexuales que se declaró gay.
Pero no todo termina allí, porque Game eligió mostrarse en los medios, dos años después de haber sido expulsado de Hope for Wholeness, para confesar que actualmente es homosexual. Y dijo que lo reveló ahora porque tenía miedo de que alguien más que él opte por contar su "secreto", por lo que prefería controlar su propia historia.
McKrae Game, el ex líder de terapias para convertir homosexuales que se declaró gay.
Casado y con dos hijos aseguró que su esposa Julie Game fue muy comprensiva con el proceso, pero algunos miembros de la comunidad cristiana, así como activistas LGBTQ, le expresaron su repudio.
Por ello, dijo que el "ciclo dañino de vergüenza y condena", que él mismo ayudó a cimentar, "debe terminar".
El caso de McKrae no es el primero de un ex líder de terapias arrepentido. En 2014, nueve cabecillas de grupos similares firmaron una carta abierta en la que denuncian los tratamientos como "dañinos y no efectivos".
Alan Chambers, ex presidente de Exodus International, uno de los grupos de terapias más grande del mundo, contó al Washington Post que actualmente se define como "un hombre gay casado con una mujer heterosexual".