La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) la desigualdad que está habiendo en el reparto de las vacunas contra la COVID-19, un bien que en su opinión marca nuevas barreras entre ricos y pobres.
"Las vacunas se han convertido tristemente en la nueva frontera en el camino hacia la igualdad, demostrando que la brecha entre ricos y pobres es más grande que nunca", destacó en un foro de expertos y científicos organizado de forma virtual por la OMS, en el que participan más de 1.900 especialistas de todo el mundo.
La principal responsable de derechos humanos en Naciones Unidas recordó que más del 80 % de las dosis administradas por ahora en el mundo se han inoculado a pacientes en los países más ricos, mientras que sólo un 1,3 % han llegado a las economías de ingresos más bajos.
"Este enfoque es ineficaz en el contexto de una pandemia mundial, que ha mostrado que solo hay una manera de salir de esta crisis, una manera colectiva", señaló la expresidenta chilena.
Bachelet también dio ante la OMS su apoyo expreso a que se suspendan temporalmente las patentes que se aplican a las vacunas contra la COVID-19, una semana después de que el Gobierno estadounidense presidido por Joe Biden mostrara esta misma posición, dando esperanzas a que se negocie esta liberalización comercial.
Tal suspensión, que debe discutirse en la Organización Mundial del Comercio (OMC), "aumentaría la producción local y la distribución del programa COVAX, sirviendo a los miles de millones de personas que se están quedando atrás en el acceso a las vacunas", subrayó la alta comisionada.
Bachelet añadió que la pandemia "ha demostrado la importancia de sistemas de salud pública fuertes, con cuidados de calidad accesibles y asequibles para todo el mundo", por lo que insistió en que lograr una cobertura sanitaria universal debe ser una prioridad fundamental.
"En todas las regiones del mundo, las personas que ya eran vulnerables, aquellos cuyas voces han sido históricamente y sistemáticamente silenciadas, han corrido mayor riesgo de morir de COVID-19, y se han visto afectados de la peor manera por sus consecuencias sociales y económicas", concluyó.