Oh I'm just counting

Ministro Ávila: Desde la ira a la venganza política. Por Luis Valenzuela, Decano Educación U. Católica Silva Henriquez

Marta Nussbaum, en su texto “La ira y el perdón”: Resentimiento, generosidad y perjuicio expone que, de las emociones actuales más nocivas, es la ira. Señala que, en consonancia con una larga tradición filosófica, la ira no sólo incluye, desde el punto de vista conceptual, la noción de un perjuicio serio cometido contra alguien o algo de impotencia, sino que sería considerado como bueno que el culpable sufriera, de alguna manera, consecuencias negativas. la ira (Nussbaum), entendida de este modo, resulta problemática en dos formas posibles. Una de ellas, sería el camino de la venganza, que comete el error de pensar que el sufrimiento del perpetrado restituye de alguna manera, o contribuye a restituir, aquella cosa importante que ese daño.

En este contexto Erica Baum, indica que los conflictos humanos llevados a la justicia poseen un componente emocional irreductible: sentimos ira ante el daño, temor ante una amenaza y vergüenza ante una humillación.

Una de las consecuencias negativas de estas acusaciones constitucionales, en nuestro contexto político, es la inhabilitación para desempeñar ninguna función pública, sea o no de elección popular, por el plazo de cinco años. Así mismo. la ira como emoción da cuenta de un punto de vista moral, subjetivo y contextual, que permite brindar una explicación integral de los hechos; justificándose su consideración en la justicia al momento de sentenciar.
Entonces, cuando existe este tipo de ira, no se busca justicia, si no venganza, es decir un castigo a una persona, a la cual se hace responsable de una situación país que se arrastra por mucho tiempo. Por justicia, habría muchos y muchas responsables, en estos últimos cincuenta años en nuestro país, en educación. Y no el ministro de turno.

Quien acusa, podría preguntarse ¿Cuál sería el aporte, en estos momentos para el país, de llevar adelante esta acusación constitucional a la sanción a un ministro?, ¿de qué sirve al país, esta acusación?, ¿quién llegue, de hacerse efectiva la culpabilidad, resolverá los problemas estructurales de la educación en Chile?

Los honorables diputados/as y senadores/as deberían estar abocados en aportar intelectual o académicamente a resolver los problemas estructurales de la educación, ser capaces de proponer un Modelo de Educación, ser capaces de resolver la falta que se nos avecina de establecimientos educacionales, la falta de profesores/as, mejorar las condiciones de trabajo, trabajar fuertemente en la recuperación definitiva de la educación pública, en su nueva implementación.

Chile tiene la capacidad intelectual y académica para resolver, pero nos falta encontrar la fuente de recursos financieros, ( ¿quién la tendrá?) para que definitivamente exista un horizonte, una esperanza a donde debemos llegar, pero no alcanzaremos nuestros propósitos actuando de esta manera.

Al final, la acusación podría conseguir la inhabilitación del ministro para desempeñar cualquier función pública sea o no de elección popular, por el plazo de cinco años. Por ejemplo, no poder ser profesor. Me parece que es tiempo que terminen con este tipo de comportamientos, y se ocupen de lo esencial, el Modelo de Educación que queremos para Chile. No debemos olvidar que el centro son los y las estudiantes, los profesores y profesoras y la formación de un país cuyo futuro dependerá de cómo actuamos.