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Muere a los 87 años, Gerhard Mücke ex jerarca de Colonia Dignidad y mano derecha de Paul Shaefer: Estaba condenado a 26 años por crimenes

Gerhard Mücke, criminal que apoyó  a la dictadura y uno de los jerarcas de la Colonia Dignidad, el enclave alemán ubicado en el sur de Chile, murió en las ultimas horas de este sábado a los 87 años a causa de graves complicaciones de salud en el Hospital de Cauquenes.

«Murió Gerhard Mücke, cómplice de las aberraciones sexuales de Paul Schaefer en Colonia Dignidad y condenado por delitos de lesa humanidad contra detenidos de la dictadura. Juicio y castigo a todos los ex jerarcas de Colonia Dignidad», ha publicado en sus redes sociales la diputada oficialista por el Maule, Consuelo Veloso, una de las pocas autoridades que se ha referido al hecho.

Condenado a más de 26 años de cárcel por diversos delitos calificados como crímenes de lesa humanidad, Mücke, que cumplía su sentencia en la Cárcel de Cauquenes, era conocido como uno de los fundadores del asentamiento en 1961 y uno de los hombres más cercanos al líder de Colonia Dignidad y exmilitar nazi, Paul Schaefer, fallecido en 2010.

«No hay ningún crimen cometido en Colonia Dignidad del cual Mücke no haya tenido un grado de participación», ha indicado a la agencia Efe el abogado Winfried Hempel, que lleva adelante causas de derechos humanos vinculadas a los hechos ocurridos en la zona y que recibió noticias de su fallecimiento durante la mañana del sábado.

«Desde luego participó en el maltrato y tortura de colonos, así como también en todas las aristas que tienen relación con la detención, tortura y desaparición de víctimas de la dictadura de Pinochet» ha agregado Hempel.

Pese a ser un ciudadano alemán, Mücke estaba registrado como un agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en la región del Maule, la policía secreta de la dictadura militar que operó con escuadrones de persecución y ejecución de opositores, golpeando el seno de las organizaciones de izquierda que pasaron a replegarse y resistir tras la caída del gobierno de Salvador Allende.

«Participaba en operativos del Ejército en la zona, detuvo a personas, personalmente torturaba a los presos y luego participaba de los fusilamientos», ha relatado Hempel a Efe.

En declaraciones de 2005, entregadas al ministro en visita Jorge Zepeda desde la cárcel, Mücke reconoció «el asesinato de una treintena» de prisioneros, hecho del que aseguró fue testigo directo, describiendo su posterior inhumación ilegal en una fosa común y sucesiva exhumación en la ‘Operación Retiro de Televisores’ de 1978, acción militar que buscó desaparecer los restos de detenidos políticos para evitar hallazgos y procesamientos judiciales.

«Mücke fue hermético hasta el final, era de línea dura y prácticamente no colaboró nunca, llevándose muchos secretos a la tumba. Se le pidió en los últimos meses que por lo menos colaborara en entregar identidades de detenidos desaparecidos, pero ni siquiera tuvo esa consideración», ha señalado Hempel.

Durante décadas, según consta en registros judiciales y periodísticos locales, los jerarcas de la Colonia Dignidad sometieron a esclavitud y tormentos a colonos alemanes, abusaron de niños y fueron cómplices y encubridores activos de los crímenes de la dictadura cívico-militar; sin ir más lejos, contaron con el respaldo de altos dirigentes de la derecha chilena hasta avanzados los años 90, como el exministro de Justicia del Gobierno de Sebastián Piñera y militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín.

«Jamás se arrepintió»

«Este criminal máximo jamás se arrepintió ni reconoció la barbarie cometida en ese lugar. Pienso en Juan (Maino) y tantos otros que pasaron por sus manos y que, sin pensarlo un minuto, torturó y asesinó. La máxima aberración del ser humano estuvo en ese lugar (Colonia Dignidad)», ha señalado a Efe Margarita Maino, hermana de uno de los detenidos desaparecidos que habría pasado por el recinto.

«Se fue sin dar a conocer toda la información que tenía respecto a crímenes de lesa humanidad, al asesinato y desaparición de personas, a los delitos vinculados a la DINA de la séptima región y este enclave. Lamentamos que se haya ido sin entregar esto para avanzar en la verdad, justicia y reparación», ha indicado por su parte periodista y vicepresidente de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, Gabriel Rodríguez.

Colonia Dignidad operó como centro de detención clandestino entre 1973 y 1974, sitio al que llegaron prisioneros desde distintos puntos del país tras el golpe militar, incluyendo de Santiago. La Colonia Dignidad, un enclave alemán situado a unos 380 kilómetros al sur de Santiago, fue fundada en 1961 por un grupo de alemanes reclutados por el suboficial nazi Paul Schaefer.

Durante décadas, los jerarcas de la colonia burlaron las leyes chilenas, y el primer presidente tras el retorno de la democracia a Chile, Patricio Aylwin, le retiró la personalidad jurídica, que describió como «un Estado dentro del Estado».