Oh I'm just counting

"Orbiting": la nueva tendencia en los tiempos del desamor en las redes sociales

Cuando pensabas que por fin habías superado el trauma del "ghosting", ahora tendrás que preocuparte por una nueva tendencia en el vaivén de las relaciones personales. Se le llama "orbiting", y es básicamente la nueva encarnación del ya trajinado "ghosting".

Para aquellas personas que han tenido la suerte de jamás haber sido sometidas a esa práctica social, "ghosting" es cuando alguien a quien has visto con cierta regularidad de repente corta toda comunicación, creando la ilusión de haberse desvanecido de la faz de la tierra sin explicación alguna.

"Ghosting" viene de la palabra inglesa "ghost" que significa espectro o fantasma; "Orbiting", que significa orbitar, lleva el fenómeno un paso más allá.

De vez en cuando, la misma persona que desapareció de tu vida se mantendrá viendo todas tus historias en Instagram y Snapchat, retuitiando tus tuits y hasta dejando uno que otro comentario como "ja, ja" en tus fotos.

Hace toda esa actividad mientras continúa ignorando tus textos directos (DM) o mensajes personales en las redes.  Y esto puede suceder durante meses o hasta años.

Obsesión

Mientras puede resultar fácil desestimar a los "orbiters" como manipuladores o principiantes de las redes sociales, este tipo de comportamiento puede ser muy debilitante para quien es objeto de éste.

Es el peor tipo de señal confusa, porque el que orbita ignora todos los intentos de contacto significativo. Persia Lawson dice que ha visto personas obsesionarse con los "orbiter", analizando sus propias historias en Instagram para descubrir por qué la otra persona las ha estado observando. Advierte que es una pérdida de tiempo y energía valiosas.

"¿Cómo podrías tener una relación con esta persona? Literalmente te está dando migajas", afirma. En cambio, recomienda que aprietes el botón de bloquear y no vuelvas a mirar atrás. "No te abras a eso", aconseja.

"Si te hacen obsesionar y enloquecer, bloquéalos. No pierdas el tiempo, verás que hay otras personas que quieren pasar el rato contigo". Así que la moraleja es: si no responden tus textos, no merecen tus selfies.