El exseleccionado nacional Jorge Valdivia fue formalizado por el presunto delito de violación en contra de una mujer mayor de edad.

Los hechos ocurrieron durante el fin de semana cuando el exjugador se reunió con una tatuadora para definir el diseño de un tatuaje que Valdivia se quería realizar. En esa línea, tras tomar dos pisco sour, ambos se dirigieron a la casa de la víctima donde se habría cometido el ilícito.

Si bien desde el comienzo Valdivia se ha declarado inocente y se ha mostrado abierto a colaborar con la justicia, los argumentos que la Fiscalía Oriente expuso ante la jueza  Ely Rothfeld fueron suficientes para decretar su prisión preventiva. 

En su argumentación, Ely Rothfeld dio cuenta de otro antecedente que fue clave para determinar que la libertad de Valdivia era un peligro para la sociedad.

“Atendida la gravedad del hecho, de la pena que podría enfrentar, las graves consecuencias que este delito tiene para la víctima. Y la existencia de otro marcador de riesgo que dicta otra causa vigente donde hay una tercera persona que denuncia una acción violenta no sexual, que es una causa de género, porque la víctima es una mujer, parece que existe el peligro para la seguridad de la sociedad, la libertad del imputado”, explicó la magistrada a cargo del caso.

Consultada la Fiscal de Flagrancia, Andrea Contreras detalló que “hay una denuncia que se encuentra vigente, que se está investigando, no por la Fiscalía de Oriente, sino por otra fiscalía, y es por una causa también de violencia de género, específicamente de una lesión”.