Una fuerte polémica causó el hecho de que un sacerdote le negara la entrada al cementerio a un funeral de un fallecido por coronavirus en Malloco.
Se trata de Juan Carlos Castro, quien murió producto de la pandemia el pasado sábado 23 de mayo. El domingo y como dicta el protocolo sanitario, su cuerpo fue entregado para ser llevado directo al cementerio parroquial de Malloco, sin embargo, al llegar al lugar el párroco no les permitió ingresar.
“Nos colocaron problemas y nos han hecho esperar más de tres horas con el fallecido arriba de la carroza. Hoy en día necesitamos empatía, necesitamos ser más humanos con las familias que están viviendo un dolor terrible”, indicó una de las trabajadoras de la funeraria.
“Literalmente nos mandó a dar una vuelta. Nos dijo ‘todavía no voy a abrir el cementerio así que vayan a darle una vuelta y después vuelven'”, señala Luis Fernández, amigo del fallecido.
“Se juega con el dolor ajeno, se juega con el dolor de todas las personas quienes acompañaron esta carroza”, agrega.
Desde la parroquia explican que el problema fue originado por los amigos del fallecido, quienes pertenecen a un club de fútbol amateur de Peñaflor. Estos llegaron en caravana al cementerio tras realizar una multitudinaria despedida, que incluyó incluso el lanzamiento de fuegos artificiales.
“Los protocolos todos los teníamos claros y sabíamos quienes no podían entrar al cementerio. Sabíamos que iba a entrar al cementerio acompañado solamente de sus familiares”, asegura Fernández.
Además pese a la prohibición de hacerlo, los padres del fallecido, ambos contagiados con coronavirus salieron a la calle para despedirlo. Todas estas situaciones fueron las que consideró el sacerdote para negar el ingreso del féretro al cementerio.
El protocolo de los funerales de casos COVID-19 creado por el Ministerio de Salud, establece que a éstos pueden asistir máximo 20 personas, los contactos estrechos deben guardar cuarentena y el cuerpo debe ser llevado directo desde el hospital hasta el cementerio.
Ninguno de estos criterios se habría respetado en este caso, por lo mismo desde la Mesa de Trabajo de Funerarias y Crematorios piden comprensión a los deudos y acatar la normativa mientras dure la crisis sanitaria.
Es entendible que en muchos casos la familia quiere participar, pero tienen que entender que es por la salud de ellos mismos todas las precauciones que se toman”, sentencia Nicolás Sergerie, miembro del organismo.
Además, el sacerdote afirma que los deudos nunca confirmaron la hora en que llegarían al cementerio y cuando lo hicieron, se llevaban a cabo otros funerales, por lo que el personal no estaba preparado. Por eso, dice que no les permitió el ingreso, pese a tener todos los papeles en regla.
“Fuera de cualquier protocolo, aunque sea de horario, él tenía que haber actuado de otra manera. El protocolo es rápido y nada de esto puede demorar por la contingencia que estamos viviendo en el país”, enfatiza la trabajadora funeraria.
El sacerdote de Malloco advirtió que continuará respetando y pidiéndole a los demás que mantengan los protocolos sanitarios, sobretodo en los próximos meses. Y es que un estudio de la Universidad de Chile proyectó que tras el peak de la enfermedad, que se espera ocurra a principios de junio, el total de muertos podría dispararse, llegando incluso a los cinco mil a fines de julio.
En ese sentido, Nibaldo Meza, alcalde de Peñaflor, realizó un llamado a sus vecinos. “Es muy importante que la comunidad también colabore sabiendo cuales son los procedimientos y después cumplir rigurosamente cada uno de los pasos que se han indicado”, enfatizó.