Estoy agradecido de los millones que se levantaron y arriesgaron y entregaron tanto para convencer casi a todos, que el modelo que tenemos impuesto es brutalmente injusto, que tiene a una enorme cantidad de nuestro país no solamente excluidos, sino que los perjudica gravemente. Que Chile debe cambiar de verdad.
No obstante los gravísimos daños que se han producido a las personas, reconozco y valoro grandemente que gracias a las enormes movilizaciones que provocaron el entendimiento de las principales fuerzas políticas, se haya logrado un tan amplio acuerdo que nos debería llevar a cambiar este modelo y tener un país más justo, integrado, equitativo, finalmente con una nueva Constitución.
Sin duda ha habido un gran avance, hasta creo que Chile hoy es mejor.
Y en estas condiciones es justo, un requerimiento indispensable para que lo conseguido se asiente y efectivamente se pueda desarrollar y llegar a buen término, que las exigencias más inmediatas de nuestro pueblo, las que hicieron que brotara la efervescencia que nos ha permitido el tremendo avance sociopolítico logrado, que en el tiempo más inmediato, de días, se otorguen precisamente las demandas más urgentes a las que tiene derecho nuestro pueblo: un ingreso mínimo no inferior a $500.000 y pensiones que en no más de un año sean al menos de ese mismo monto. Los que no obtienen siquiera estos ingresos son los más pobres y a los cuales debemos responder ahora. Cada momento que nos atrasamos mantiene el sufrimiento y la injusticia.
Hemos demostrado que estamos en condiciones de exigirlo.
El país tiene las condiciones para solventar los recursos que se requieren (que se tienen que asegurar con mayor caudal impositivo a los más ricos) y por eso se debe lograr que en el mes de diciembre se paguen ingresos mínimos no menores a los $500.000. Esto lograría que se percibiera que algo de la torta – aún muy mínimo – está llegándole a todos. Produciría, también, más recursos circulando para que la economía se reactivara mas rápidamente ante el apretón de este último tiempo.
Se generaría mayor estabilidad y hasta podríamos lograr una sensación de alegría porque al fin estamos consiguiendo un país que es de todos.
RDF (15.11.2019)