El sábado pasado, el premio Nacional de Literatura 2000 fue uno de los primeros en levantar la voz, luego que La Tercera publicara opiniones de Mauricio Rojas, quien había asumido el jueves como nuevo ministro de Culturas, donde señalaba que el Museo de la Memoria se trata “de un montaje”.
Así es como Zurita, “frente a las declaraciones” de Rojas apuntó un texto que circuló en redes sociales, donde hizo un llamado “a no participar en ninguna instancia en que este personaje esté involucrado”. Además el mundo artístico, a través de Sidarte y la Sech, rechazaban los dichos de Rojas y se unían a la convocatoria de un “acto de desagravio” en la explanada del museo para este miércoles.
“Hay declaraciones que son imprescriptibles”, señaló el autor de Tu vida rompiéndose, quien estuvo preso durante tres semanas en las bodegas del carguero Maipo, tras el Golpe de 1973. Minutos después de iniciada la conferencia, los presentes se enteraron de la renuncia de Rojas. Al salir del recinto, Zurita recibió una espontánea ovación.
Finalmente, el lunes asumió el ministerio de Culturas la arqueóloga Consuelo Valdés Chadwick. Ayer, una de sus primeras actividades consistió en reunirse, en dependencias del ministerio, con el director del Museo de la Memoria, Francisco Estévez.
Acá Zurita habla sobre lo ocurrido y le responde al canciller Roberto Ampuero, quien insiste en la falta de contexto del museo, ya que “no explica bajo qué circunstancias estalló el horror que condenamos”, como señala en Diálogo de Conversos. Esta es la entrevista de La Tercera.
– Mucho se habló de su liderazgo moral en este episodio…
– Yo soy un ser humano que junto a miles se levantó contra un nombramiento ignominioso. Soy demasiado un ser humano como para ser un líder moral. Creo que son líderes morales todos los seres humanos que tienen la suficiente limpidez y dignidad como para poder abrazar y ser abrazado por otros seres humanos. Lo que terminó con la dictadura en Chile no fueron las armas, ni siquiera el plebiscito, fue nuestro abrazo. Creo que el recuerdo de ese abrazo fue lo que emocionó tanto en este episodio de una lucha que continúa. Todo puede ser una derrota, salvo si vamos abrazados. Nuestro abrazo es invencible.
– Siempre la cultura se asocia a la izquierda. ¿Qué debe hacer la derecha para crear intelectualidad?
Algo que la derecha chilena se encarga de mostrarnos una y otra vez es que en Chile la palabra cultura y la palabra derecha son términos absolutamente excluyentes. Con muy pocas excepciones, pedirles una brizna de cultura a la derecha chilena sería ejercer una violencia demasiado brutal sobre ellos, sería fascismo. Como se ha visto, antes pasará un camello por el ojo de una aguja que un UDI por la puerta de un museo.
– ¿Qué opina de la “falta de contexto” del Museo de la Memoria, como señalan Ampuero y el Presidente Piñera?
El asesinato de un ser humano no tiene contexto, es el asesinato de un ser humano. No se mata a alguien una vez, se lo mata infinitas veces, se lo mata en todos los rincones de la tierra. Sobre los muertos, sobre mis muertos, sobre mi amor masacrado, no existe la “mala memoria”, como dice liviana y arteramente el canciller Ampuero, existe solo la memoria. Y el dolor.