La muerte de las hermanas de 89 años Alice y Ellen Kessler el 17 de noviembre de 2025 en su domicilio del distrito de Grünwald, en Múnich, renovó los llamados a reformar la legislación sobre el suicidio asistido en Alemania . Según se informó, las gemelas idénticas organizaron un suicidio asistido conjunto.
"Su deseo de morir estaba bien meditado desde hacía tiempo y libre de cualquier crisis psiquiátrica", afirma Wega Wetzel, portavoz de la Sociedad Alemana para Muerte Humanitaria ( DGHS ), una organización de muerte asistida con sede en Berlín.
La organización alemana Cáritas advirtió que la cobertura mediática "romantizada" de las muertes de las Kessler corría el riesgo de intensificar una presión social que había venido observando en los últimos años. "Las mujeres mayores en particular sienten la responsabilidad de no ser una carga para nadie y perciben el suicidio asistido como una medida necesaria a considerar", dijo su presidenta Eva Welskop-Deffaa en un comunicado .
El texto también pide prohibir la publicidad de las organizaciones que ayudan con el suicidio, junto con otras regulaciones legales.
El número de suicidios asistidos no se recoge por separado en las estadísticas oficiales en Alemania. La DGHS estima que 1.200 personas en todo el país murieron suicidándose con este tipo de ayuda en 2024. Además, se estiman unos 200 casos de muerte asistida por parte de médicos individuales.
Según la Oficina Alemana de Estadística, se registraron 10.372 suicidios en 2024. Eso supuso un 7,1 % más que el promedio de la última década. Al igual que en años anteriores, los suicidios representaron el 1% de todas las causas de muerte.
Llamado a prohibir la publicidad de estos servicios.
La muerte de las hermanas Kessler puso de manifiesto un punto clave de controversia en el marco legal existencia sobre el suicidio asistido en Alemania, establecido por una sentencia del Tribunal Constitucional Federal en 2020 .
Anteriormente, el artículo 271 del Código Penal (introducido tras mucho debate en 2015), hacía casi imposible el suicidio asistido en Alemania, ya que estipulaba que cualquiera que ayudara a alguien para quitarse la vida podía ser condenado con hasta tres años de prisión y prohibía la "promoción comercial del suicidio".
Sin embargo, esto fue impugnado en los tribunales por varias personas con enfermedades terminales, que argumentaban que se les impedía injustamente terminar con sus vidas de forma autónoma si ya no deseaban vivir.
Aún no está permitido que alguien administre activamente una droga letal a una persona que desea morir. Eso sería la eutanasia activa y es un delito que se castiga con una pena de prisión de seis meses a cinco años.
Pero la sentencia del Tribunal Constitucional estableció el derecho fundamental a una muerte autodeterminada y despenalizó el suicidio asistido . Esto significa que cualquier persona que ayude a alguien que decidió acabar con su vida no puede ser penalizada por hacerlo, con la condición de que quien ponga fin a su vida tome esa decisión libremente y asuma toda la responsabilidad.
Desde entonces, cómo determinar la "responsabilidad libre" ha sido un tema de intenso debate en el mundo médico, en el Parlamento federal alemán, que en 2023 rechazó dos proyectos de ley sobre la cuestión , y en la sociedad civil. Si se cumplen las condiciones para esto, debe ser comprobado por la persona que asiste en el suicidio y para ello no existe un procedimiento claro en Alemania. "Ese es precisamente el problema", dice el presidente del Consejo Alemán de Ética, Helmut Frister, a la cadena pública RBB, e instó a que se apruebe con urgencia una ley de prevención del suicidio.
Además, sostiene que debe definirse un procedimiento para verificar si alguien actúa de forma libre y responsable al decidir suicidarse. Según Frister, esto debería incluir asesoramiento independiente por parte de alguien que no sea de una organización que ofrezca ayuda para el suicidio.
Caso Kessler podría precipitar una reforma legal
Lukas Radbruch, uno de los principales médicos de cuidados paliativos en Alemania, planteó el problema de que las organizaciones para la muerte asistida que asesoran a los pacientes sobre sus decisiones también sean las que llevan a cabo o medio el suicidio asistido. "El problema de las consultas y organizaciones de suicidio asistido es que tiende a aconsejarte sobre cómo hacerlo, no sobre si hacerlo o no", dijo a DW en 2023 .
Actualmente, tres organizaciones que ofrecen ayuda con el suicidio operan en Alemania. Las personas deben solicitar la membresía, recibir asesoramiento y no pueden recibir medicación durante los primeros meses de su membresía de pago.
El exministro de Salud, Karl Lauterbach, del Partido Socialdemócrata de Alemania ( SPD , de centroizquierda), declaró al periódico Rheinische Post que la situación actual es éticamente inaceptable porque no es seguro "que las personas que optan por este camino no padezcan enfermedades mentales que afectan a sus facultades para tomar decisiones".
En 2023, los legisladores de la Cámara Baja del Parlamento alemán (Bundestag) debatieron posibles regulaciones sobre el suicidio asistido y adoptaron con amplia mayoría una resolución para reforzar la prevención del suicidio. Este año, el gobierno presentó un proyecto de ley de prevención del suicidio. El debate actual podría precipitar su aprobación durante la legislatura
Se reaviva el debate sobre el suicidio asistido o eutanasia en Alemania y en Europa: Suicidio de famosas gemelas Alice y Ellen Kessler revivió la polémica muerte
