Nadie esperaba un final tan rápido para las nuevas fachadas de Valparaíso, las cuales fueron repintadas tras iniciarse el proyecto "Arco Iris", iniciativa municipal que cuenta con el apoyo de una empresa privada que donó la pintura. Y es que ni 24 horas pudieron para que las paredes volvieran a ser rayadas.
Los primeros cuatro inmuebles que fueron pintados en el inicio del proyecto, volvieron a presentar rayados en el sector de la plaza Aníbal Pinto, a 50 metros de la gobernación regional y de la delegación presidencial, en pleno barrio cívico.
El frontis de la joyería Gimeno no alcanzó a durar 24 horas sin rayados, situación que se repitió en las tiendas farmacias Eco y Botica Unión, así como una sucursal de Maicao, que ayer tuvieron que ser repasados por las cuadrillas encargadas de las obras.
Al respecto, el alcalde Jorge Sharp aseguró que "no vamos a bajar los brazos. Es extraño ver cómo gente de orígenes y lugares tan distintos quieren ver este proyecto fracasar. No lo lograrán".