Oh I'm just counting

Una situación similar hace 70 años: En 1949 un gran logro de manifestación ciudadana luchó contra el alza del transporte público que el presidente lo había aumentado a "una chaucha"

Por Alfredo Peña R.

 

La revolución de la chaucha o revuelta de la chaucha fue una violenta manifestación realizada los días 16 y 17 de agosto de 1949, en Santiago de Chile, con motivo del alza del valor del transporte colectivo en 20 centavos de peso (una "chaucha" en el lenguaje popular chileno).

El gobierno de los radicales ya estaba entrando en franca decadencia. En 1938 había triunfado y se había mantenido durante diez años. En 1946 llega al poder Gabriel González Videla con apoyo del Partido Comunista y cuyo jefe de campaña era el poeta Pablo Neruda, sin embargo, producto de la Guerra Fría que comenzaba, González Videla promulgará en 1948 la llamada «Ley maldita», que proscribirá al partido comunista y perseguirá al propio Neruda. El gobierno terminará apoyándose en partidos de derecha. Dentro de este ambiente se gestarán las circunstancias de la revuelta.

El gobierno decidió aumentar en 20 centavos (moneda de bajo valor denominada popularmente como "chaucha") la tarifa del transporte público. En la noche del 16 de agosto los estudiantes salieron a protestar en las calles, apoyados por empleados y obreros.

Los manifestantes incendiaron automóviles, derribaron postes del tendido eléctrico y volcaron buses.

Por orden del Gobierno Carabineros los atacó de manera desproporcionada, dejando un saldo de decenas de heridos y varios muertos, lo que es inexplicable si no fuera por el enrarecido clima político.

Al no tener alcances políticos de mayor envergadura que una demanda puntual, la revuelta se disolvió.

Finalmente y tras dos jornadas de duras protestas, los manifestantes finalmente lograron la creación del Comité Unido de Obreros, antecedente principal para  la creación de la CUT (Central Única de Trabajadores), la rebaja de la tarifa para los estudiantes y la derogación de poderes que el poder ejecutivo disponía en virtud de la Ley maldita.