Jonathan Busby, atleta arubense de 33 años, proporcionó la primera imagen dramática en el Mundial de Atletismo de Doha.
Busby empezó a desfallecer en la última vuelta, minutos después de que terminaran los buenos, pero iba aún por detrás Braima Dabó, atleta de Guinea Bissau, que cuando llegó a su altura le abrazó del hombro, lo enderezó y lo ayudó a terminar.
Les quedaban 250 metros, que hicieron al paso entre los aplausos del público, en su mayoría obreros kenianos y etíopes. Cuando llegaron a la meta, antes de caerse, Busby tuvo reflejos para parar el cronómetro que llevaba en su muñeca. Los dos, que corrían por primera vez un 5.000 metros, hicieron su mejor marca (18m 10,68s) casi cinco minutos más que el ganador de la serie, el etíope y gran favorito, Selemon Barega (13m 24,69s).
El gesto humanitario de Dabó ya se ha hecho viral en las redes sociales pero la solidaridad no valió para nada: Busby ha sido descalificado así que no podrá decir que terminó su carrera.