Debemos evitar una segunda ola de infección”. La última y dramática decisión fue construir una gran fosa común, muy cerca de la Gran Manzana, en Nueva York en una islita.
Estados Unidos se ha colocado a la triste cabeza de la pandemia y concentra casi uno de cada tres contagiados por el Covid-19, cerca de 600 mil casos de contagios confirmados. Y en número de muertos, hasta el cierre de nuestra
edición ya se contabilizaban más de 25 mil norteamericanos.

La fosa común en el Bronx está en la isla de Hart, y ahí yacen desde el siglo XIX los neoyorquinos que mueren sin que nadie los reclame.

Los entierran reclusos mal pagados, pues es el Departamento de Prisiones el que gestiona este cementerio público.
Normalmente, se entierran 25 cuerpos de media a la semana. Pero ahora, desde que Nueva York se ha convertido en el epicentro de la pandemia del coronavirus, son esos mismos 25 cadáveres, pero cada día. Eso ha hecho que se haya decidido cavar dos nuevas fosas “para el caso de que se necesiten”, según confirma una portavoz del Departamento de Prisiones.
Nueva York es hoy uno de los grandes focos mundiales de la pandemia. Este martes, el número de casos confirmados en Nueva York (19,5 millones de habitantes) alcanzaba mas de 200 mil casos con cerca de 11 mil fallecidos.