Oh I'm just counting

Especial Cambio21: La desigualdad moviliza a América Latina

Las expectativas frustradas han dinamitado la paciencia de millones de latinoamericanos. Las protestas en la región más desigual del planeta se suceden a ritmo vertiginoso, de Haití a Chile; de Centroamérica a los Andes.
 
Buscar una explicación sencilla para una región con una veintena de países y más de 600 millones de personas, no obstante, resulta quimérico, pese al empeño de no pocos en tratar de construir una suerte de primavera latinoamericana -en un continente donde, las estaciones brillan por su ausencia- o armar un complot orquestado por Venezuela, que pese a no sujetarse en pie, sí resulta que tiene la capacidad de desestabilizar a casi todo un continente.
 
El frenazo a millones de anhelos, el cuestionamiento de modelos económicos como el neoliberalismo, la desafección por los políticos, sin importar su ideología, son combustible común en todos los países para que se prenda una llamarada que no tiene visos de apagarse a corto plazo.
 
América Latina es un hervidero de protestas en un mundo que se volvió una “cartografía a descifrar”, en palabras del periodista e historiador Pablo Stefanoni. En algunos casos porque la calidad de vida empeora, como en Argentina o Ecuador; también en Chile o, hace años, Brasil, donde además se frenaron las expectativas de una clase media a la que se incorporaban cada vez más personas. Las movilizaciones de estos países, las menos mediáticas de los estudiantes en Colombia o también las movilizaciones que se realizaron la semana recién pasada en Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades colombianas. O las de Haití, no se entienden tampoco sin girar a ver a los chalecos amarillos franceses. Sin embargo, los estallidos sociales han formado parte del paisaje político latinoamericano desde hace décadas.

Las protestas actuales surgen en un contexto de desaceleración o crisis económica. América Latina salió prácticamente indemne de la crisis global de 2008, pero ahora resulta la región más golpeada. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que, por otra parte, vuelve a estar en el centro de mira de casi todas las protestas, la región crecerá un 0,2%, casi nada en la práctica. En menos de un año la predicción se redujo de un 1,4% a 0,6% hace 90 días. En paralelo, se espera que las economías asiáticas tengan un crecimiento promedio del 5,9% y en África del 3,2%.

La autoridad de la clase política ha quedado evidenciada las últimas semanas, aunque la demanda de nuevos liderazgos se viene manifestando desde hace meses, sino años. La fuente de inestabilidad es total: En Chile en la última elección votó menos del 50% de los habilitados; en Bolivia la mitad del país cree que en las elecciones hubo fraude; en Ecuador el sucesor de Correa dio un giro significativo en sus alianzas y discursos ideológicos; en Brasil se votó con uno de los favoritos [Lula] preso y acusado de corrupción; en Perú todos los expresidentes terminaron en la cárcel por el caso Odebrecht y uno se suicidó.

No se trata tanto de interpretar, pues, el malestar en el eje izquierda o derecha. El último Latinobarómetro ya apuntaba en esta línea. Para el 75% hay una percepción de que se gobierna para unos pocos y que los Gobiernos no defienden los intereses de la mayoría. Según el estudio, solo el 5% opina que hay democracia plena; el 27% que hay pequeños problemas; el 45%, grandes problemas y un 12% considera que no se le puede llamar democracia a lo que hay hoy en día. Más allá, el promedio de quien considera democrática a América Latina es de 5,4 en una escala de 1 a 10

Marcha en Bolivia
Violencia en Bolivia
Marcha en Colombia
Violencia en Colombia
Marcha en Concepción
Violencia en Concepción
Marcha en Ecuador
Violencia en Ecuador
Marcha en México
Violencia en México
Marcha en Santiago
Violencia en Santiago
Marcha en Venezuela
Violencia en Venezuela
Marcha en Valparaíso
Violencia en Valparaíso