Según un estudio de Adimark el 65,3% de los hogares chilenos tiene algún tipo de mascotas, mientras que un 54,8% del total, tiene perro.

 

Aunque parezcan datos no trascendentales, lo cierto es que la elección de la mascota tiene mucha relación con las características de personalidad de los miembros de la familia. Por ejemplo, es más común que las familias con hijos tengan perros y las personas que viven solas tengan gatos.

 

Pero el estudio va mucho más allá. Los hogares con perro son más orientados hacia el deporte, a relajarse carreteando y a tener hábitos alimenticios más desordenados, mostrando inclinaciones más sociales y festivas. Además, el hogar con perro es más social y outdoor, que el hogar con gato.

 

El perro, fiel mascota

Como el perro pasa a ser un miembro más de la familia es necesario adaptarse a sus necesidades, a la vez que el animal se adapta también a las costumbres familiares.

Así, entre ese 54,8% podemos encontrar distintos tipos de familias y ver cómo cada una escoge su mascota de acuerdo a sus preferencias. Al respecto, Evelyn Muñoz, veterinaria de Purina señala: Algunas familias adoptan perritos abandonados, mientras otras compran mascotas de raza, pero todas evalúan factores como tamaño, edad, características específicas, carácter, etc., de acuerdo al rol que quieren que cumpla la mascota en la familia, es decir, si buscan un perro guardián, uno que juegue con niños, uno tranquilo que acompañe a un adulto mayor, etc. Y esto es muy lógico, porque todos tenemos un rol dentro de la familia, somos padre, madre, hijo, hermano, etc., y la mascota –como un miembro más- también tiene un rol.”

El más famoso perro del siglo pasado fue Ulk gran Danés que acompañó durante su segundo período presidencial a Arturo Alessandri Palma (1932-1938). El imponente can participó de actos públicos, visitas oficiales y otras actividades cotidianas del mandatario como caminar por el centro de Santiago disfrutar de más de alguna conversación en el Café Torres.

Ulk murió en 1941 y su cuerpo es parte de la colección del Museo Histórico Nacional. Según crónicas de la época, al morir su perro Alessandri sentenció “he perdido a mi mejor amigo”.

La mascota fue inmortalizada por la revista de caricatura política Topaze, al igual que Tony, el Fox Terrier que Alessandri Palma tuvo durante su primer período presidencial (1920-1925).