El ex Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también tiene su mascota famosa, “Bo”, un perro de agua portugués que corre por los pasillos de la Casa Blanca.
Antes, George W. Bush tuvo a “Barney”, un terrier escocés y a una gatita llamada “India”, la cual produjo muchos inconvenientes por su nombre, ya que algunos líderes nacionalistas hindúes se sintieron ofendidos e instaron a la gente a llamar “George Bush” a sus mascotas.
Muchos otros presidentes norteamericanos destacaron a sus mascotas. Incluso, la familia Kennedy llegó a tener varios perros, gatos, ponis, hamsters, un canario y un conejo.
Pero fue Franklin D. Roosevelt quien se salió de los esquemas y tenía por costumbre atender a sus invitados con su perrita, “Fala” (scottish terrier), en brazos.
Y cómo olvidar a “Blondie” la perrita Pastor Alemán (cómo no) de Adolf Hitler, quien murió por cianuro para evitar que quedara en manos de los rusos. Dicen algunos que su muerte fue lo único que realmente le dolió al Fürher.
Dylan de Albero Fernández
Ulk de Arturo Alessandri Palma
Chahual de Salvador Allende
Jumé de Vladimir Putin
Buddy de Bill Clinton
Fala de Francklin Delano Roosevelt
Nemo de Emmanuel Macron
Cico y Gufe de José María Aznar
Colita de Pedro Pablo Kuczynski
Beagle de Sebastián Piñera
Chappy de Donald Trump
Balcarce de Mauricio Macri
Yako de Nicolás Maduro
Rico de Mariano Rajoy
Sully de George W. Bush