Foto portada: Mientras se incendiaba la Iglesia, una mujer joven se sacó selfies dentro del templo
El Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago sentenció a diez años de presidio a Gerardo Leal Robles, único imputado por el incendio de la Iglesia San Francisco de Borja durante el estallido social.
En detalle, al sujeto se le otorgó la pena de seis años de cárcel por el delito de incendio, además de cuatro años de prisión por lanzamiento de bombas molotov.
La quema del recinto, también conocido como la Iglesia de Carabineros, ocurrió el 3 de enero de 2020 en Santiago, durante las protestas que ese año se mantenían tras el estallido social.
Según las indagatorias, Leal ingresó a la iglesia y arrojó líquido inflamable en una alfombra y en un mueble de madera, prendiéndolos con un encendedor.
Posteriormente, lanzó líquido acelerante a unos fardos de un pesebre y los encendió, lo que provocó que el fuego se propagara al interior del templo y dependencias aledañas. Y que una hora después, el mismo Leal Robles lanzó bombas molotov contra Carabineros en al menos dos ocasiones.
Pese a que la Fiscalía Centro Norte buscaba una pena total de hasta 16 años de presidio, en total se dictaron 10 años de prisión.
Foto: Uno de los violentistas, lanza objetos mientras se quema la iglesia, que es monumento nacional