Un concejal de la ciudad ucraniana de Mariúpol acusó a Rusia de utilizar bombas de fósforo blanco -cuyo uso contra personas está prohibido desde 1997 por la Convención de Ginebra- en la lucha por el control de la localidad.
"El infierno ha llegado a la tierra, a Azovstal", escribió este domingo el concejal Petro Andruchenko en su cuenta de Telegram.
En videos que circulan en las redes sociales se ven explosiones en la planta de Azovstal en Mariúpol que, según Anduchenko, serían de bombas de fósforo blanco.
Las bombas de fósforo blanco producen un fuego que no se puede apagar con agua y sus componentes se pegan a la piel de las víctimas, que pueden arder hasta los huesos.
Los supervivientes pueden tener secuelas de por vida debido a que los componentes de las bombas son altamente tóxicos y pueden causar daño solo con respirarlos.
Ya antes las autoridades ucranianas habían acusado a Rusia de utilizar bombas de fósforo blanco en el ataque a la población de Popasna.