En medio de la tensión que se vive en Venezuela a 40 días de las polémicas elecciones presidenciales, las fuerzas de seguridad de ese país rodean, desde la madrugada, la embajada de Argentina en Caracas, donde están refugiados seis opositores, en su mayoría miembros del círculo cercano a María Corina Machado.
Horas después, el gobierno de Nicolás Maduro anunció la revocación a Brasil del beneplácito para ejercer la representación trasandina en Venezuela, que venía ejerciendo desde el 1 de agosto, cuando Caracas ordenó la expulsión de todo el personal diplomático de Argentina.
Esa misma fecha también ordenó la salida del personal diplomático de las embajadas de Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.
La presión sobre la sede de la embajada argentina ha desatado el temor de que los uniformados entren al lugar y se lleven por la fuerza a los asesores, como ocurrió en abril en Ecuador, cuando funcionarios de ese país asaltaron la Embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en el lugar.
El Gobierno venezolano aseguró que se vio “obligado” a tomar esta decisión por supuestas pruebas que tiene de que esa sede diplomática se está usando para “la planificación de actividades terroristas e intentos de magnicidio” contra el Presidente Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Ante la acción de las fuerzas venezolanas, María Corina Machado reaccionó señalando que “alertamos al mundo sobre las consecuencias que la violaciones a estas normas podría suponer para nuestro país y para toda la región. También pedimos a las naciones democráticas acompañarnos y brindar el acompañamiento y protección necesarios para todos aquellos activistas que sufren al acoso y la persecución en estas horas. Asimismo, les solicitamos hacer las gestiones pertinentes para que se emitan los salvoconductos para nuestros compañeros, según lo estipulado en el derecho internacional”.
Ante la decisión venezolana, el gobierno de Lula reaccionó con estupor y anunció que seguirá defendiendo los intereses de Argentina.
“De conformidad con las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Relaciones Consulares, Brasil quedará bajo custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que el gobierno argentino indique otro Estado aceptable al gobierno venezolano para ejercer las funciones antes mencionadas”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño.
Además, subrayó “la inviolabilidad de las instalaciones de la misión diplomática argentina, que actualmente alberga a seis solicitantes de asilo venezolanos, además de bienes y archivos”, ante cualquier posible intento de un ingreso para detener a los asesores de Machado.
Este hecho grafica, además, el distanciamiento entre Maduro y el Presidente Lula, quien fuera su aliado en la región.
Sin ir más lejos, este viernes el mandatario brasileño criticó al gobernante venezolano señalando que “creo que Maduro, como presidente, debería probar quién fue el elegido del pueblo venezolano, pero él no lo hace”, agregando que “el comportamiento de Maduro es decepcionante”.
El gobierno de Javier Milei, por su parte, a través de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señaló que el servicio secreto venezolano está cercando el edificio “con el objetivo de entrar y violar todas las normas internacionales”.
“Estamos consternados con lo que está sucediendo, la posible incursión y toma de la embajada argentina (…). Este es un llamado a toda la comunidad internacional, a todos los venezolanos, a resistir esta brutalidad del régimen absolutamente autoritario y dictatorial de Maduro. Estamos los argentinos absolutamente decididos a no dejar arrebatar ni que haya una intromisión a nuestra embajada”, agregó Bullrich.
Además, el gobierno argentino agradeció a Brasil por su “compromiso y responsabilidad” en la custodia de los inmuebles argentinos, además de denunciar “ante la comunidad internacional que en estos momentos patrullas de los servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad venezolanas rodean la residencia oficial en Caracas”.
Por su parte, la Cancillería chilena señaló, a través de un comunicado que el gobierno “expresa su preocupación por la decisión del Gobierno de Venezuela de revocar, de manera inmediata e injustificada, la autorización que había otorgado a Brasil para entregarle protección y custodia a la Embajada de Argentina en Caracas”.
“Lo anterior representa un serio desconocimiento de lo estipulado en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963”, agregó el comunicado.
“Manifestamos nuestro rechazo a esta decisión y nuestra solidaridad con los gobiernos de Argentina y Brasil por la situación por la que atraviesan en estos momentos”, concluye.
Quiénes son los 6 opositores
Los seis asilados políticos en la sede diplomática Argentina a cargo de Brasil son Magalí Meda, jefa de campaña de María Corina Machado; Claudia Macero, jefa de prensa de la líder opositora, Pedro Urruchurtu, a cargo de las relaciones internacionales del movimiento de Machado, Humberto Villalobos, estrecho colaborador de la líder opositora, Omar González, ex diputado del movimiento Vente Venezuela; y Fernando Martínez Mottola, figura importante de la oposición.
El país sudamericano se encuentra inmerso en una profunda crisis desde que, tras las elecciones del 28 de julio, tanto el Consejo Nacional Electoral (CNE) como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlados por el chavismo, declararan el triunfo de Maduro, sin que se hayan mostrado, hasta ahora, las actas electorales.
Los resultados electorales no han sido reconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, incluido Chile.
La oposición, en tanto, reivindica el triunfo del diplomático Edmundo González, sustituto de María Corina Machado en las presidenciales. Ambos se encuentran desde hace más de un mes en la clandestinidad.
Las protestas contra el gobierno de Maduro han dejado hasta ahora 27 muertes, 192 heridos y 2.400 detenidos.