Un grupo de terroristas armados desató una gran masacre en la capital de Rusia. Se trató de un atentado terrorista que fue reivindicado por un grupo yihadista islámico que provocó un tiroteo y un incendio, ataques que ya han dejado a más de 60 personas fallecidas y un centenar de heridos, según las autoridades rusas.
“Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”, comunicó Amaq en su canal de Telegram.
Según el balance provisorio entregado por el Comité de Investigación de la Federación Rusa, el ataque dejó más de 145 muertos y más de 200 hospitalizados, entre ellos 60 personas que se encuentran en estado grave, aunque se teme que la cifra aún podría aumentar.
“Se están examinando los cuerpos de los fallecidos. Se ha establecido que más de 60 personas murieron como consecuencia del atentado terrorista. Desgraciadamente, el número de víctimas puede aumentar”, se lee en un comunicado difundido por el organismo.
El incidente ocurrió en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Krasnogorsk, cerca de Moscú, donde habrían irrumpido al menos cuatro personas vestidas con ropa de camuflaje, quienes abrieron fuego con armas automáticas contra los asistentes de un show del grupo Piknik.
Posteriormente, los terroristas provocaron un incendio en el edificio que ha afectado a una superficie de casi 13.000 metros cuadrados. La sala se encuentra en un centro comercial que aloja otros establecimientos como hoteles y restaurantes.