Por Alfredo Peña R.
Carmen Frei está muy entusiasmada haciendo campaña en toda la Región Metropolitana.
A menos de un mes de la elección que determinará quiénes serán los que integrarán el Consejo Constitucional que redactará la nueva Constitución, la expresidenta de la DC y exsenadora, recorre las comunas saludando a los posibles votantes y haciendo puerta a puerta.
Y reitera que es candidata porque “estoy recibiendo las directrices que mi padre anhelaba y soñaba para este país”.
Eduardo Frei Montalva en plena dictadura exigió una nueva Constitución para Chile en su famoso discurso en el Teatro Caupolicán en 1980. Muchos señalan que esa fue "la sentencia de muerte" del exPresidente de Chile entre 1964 y 1970.
En conversación con Cambio21, Carmen Frei indica que aceptó "ser candidata y porque tengo un compromiso personal con el testimonio de mi padre, quien impulsó una nueva Constitución en plena dictadura".
- ¿El testimonio de su padre la ayudó a ser candidata a consejera constitucional?
Acepté ser candidata porque quiero una nueva Constitución para Chile, nacida en democracia y no seguir con una constitución que nació en dictadura y que nos sigue dividiendo. Creo que en los momentos importantes, todos debemos colaborar y hacer un esfuerzo por construir el Chile que queremos desde la esperanza y la unidad.
Quiero defender la idea que una comunidad se construye con un equilibrio entre derechos y deberes y la Constitución debe ser un reflejo de ese acuerdo amplio de convivencia.
Una nueva Constitución es un desafío que nos debe convocar a todos, particularmente para superar este ambiente de desconfianza y polarización. Tenemos una nueva oportunidad. Construir un futuro mejor y volver a reencontrarnos para transformar Chile. Mi anhelo es que la nueva Constitución sirva para el futuro de nuestros hijos y nietos. Tenemos que lograr acuerdos. Por todas estas razones acepté ser candidata y porque tengo un compromiso personal con el testimonio de mi padre, quien impulsó una nueva Constitución en plena dictadura. Por todo esto me era imposible restarme.
- De ganar la elección ¿Cuál será su rol dentro del consejo constitucional?
Aspiro a representar una fuerza que impulse cambios profundos, pero siempre con paz social, con certezas económicas y con gobernabilidad política. No creo en que todo debe seguir igual, como sectores de la derecha, como tampoco creo
en cambios radicales y refundacionales, como sectores de la izquierda. Pertenezco a una tradición política que ha impulsado cambios sociales profundos, pero bien hechos. No me gusta la polarización. La vivimos en el pasado y no fue bueno para Chile.
Estoy segura que este es el anhelo de la mayoría de los chilenos. Quiero los cambios que le hagan bien a Chile. Esto significa dar pasos hacia una sociedad justa, donde las oportunidades sean para todos y todas sin importar el origen ni condición social. Donde el bienestar sea real para la mayoría de los chilenos y chilenas. Eso fue la “Revolución en Libertad” que impulsó mi padre y el “crecimiento con equidad” que apoyamos en los gobiernos de la Concertación. La nueva Constitución debe permitir un “desarrollo, pero con dignidad y justicia social”.
Y permítanme agregar dos ideas centrales. Una en el plano político y otra en el plano social. Primero, en el plano político, la nueva Constitución debe ratificar a la democracia representativa como forma de gobierno, donde el sistema político quede aislado de cualquier manipulación populista, ya sea de izquierda o derecha. Y que se respete la separación de los poderes del Estado y la autonomía de órganos importantes como el Banco Central.
Y, en segundo lugar en el plano social, que los derechos sociales y las libertades económicas queden debidamente garantizadas en un Estado Social y Democrático de Derecho. Donde, por ejemplo, la descentralización signifique verdaderamente entregar atribuciones y recursos a los municipios y gobernaciones.
-¿Qué tipo de gobierno cree usted que requiere Chile? Presidencial, parlamentario o semipresidencial.
Si miramos el mundo hoy, América Latina y también Chile, llegamos a la conclusión que la democracia como la conocemos está en riesgo. Vemos con preocupación que los gobiernos populistas, de izquierda o derecha, han proliferado. Y las formas autoritarias quedan ocultas detrás de una aparente democracia. Yo no quiero eso para mi país. Lo he
dicho claramente, no quiero un Ortega como en Nicaragua, un Maduro como en Venezuela y tampoco un Bolsonaro como lo tuvo Brasil.
En ese marco, pienso que un sistema semipresidencial puede ser un sistema más flexible para darle conducción y gobernabilidad al país para los próximos años. Necesitamos superar un sistema político trancado, donde los gobiernos de minoría no logran acometer las tareas para las cuales fueron electos. Y por sobre todo con partidos políticos fuertes.
Los partidos son los encargados de custodiar el buen funcionamiento de la democracia. Necesitamos un sistema de partidos que no esté hiper fragmentado como lo tenemos hoy.
¿Quién puede gobernar con 21 partidos con representación parlamentaria? Aquí también tenemos que hacer ajustes que permitan la eficacia política. Y en materia de cultura política, tenemos que lograr que las personas vuelvan a creer en la política, que nos vean transparentes y consecuentes. Esto es parte del Chile que queremos para los próximos 50
años.
- ¿Esta es la última oportunidad para tener una nueva Constitución?
Llevamos más de 40 años desde que se impuso la Constitución del 80 en un plebiscito fraudulento por la dictadura. A pesar de las reformas que se han realizado, es claro que seguimos teniendo una constitución que no logra generar consenso y dar un marco para solucionar los problemas que hoy enfrenta la sociedad chilena. Este es el tercer intento y
tengo la esperanza que logremos tener una nueva Constitución que permita recuperar la convivencia y lograr una mejor democracia, en paz y en libertad. Mi llamado es que no perdamos esta oportunidad que nos están dando los chilenos para acordar un pacto social que nos represente a todos y a todas.
- El gobierno dice que no tomará parte esta vez de la constituyente ¿Cómo toma esta decisión?
Al gobierno le quedan 3 años, creo que debe concentrarse en gobernar y, todos esperamos que, por el bien de Chile, se acaben las improvisaciones y las desavenencias en el Gobierno. Seamos claros, el Gobierno no lo ha hecho bien y está al debe en muchos planos.
- La izquierda y la centro izquierda va dividida en listas separadas ¿Qué piensa de esta decisión política?
Comparto plenamente la decisión política adoptada por la Democracia Cristiana de impulsar las dos listas. Ha sido muy positivo el liderazgo que ha desplegado Alberto Undurraga y que permitió construir una lista con el PPD y el Partido Radical. Sin lugar a dudas, abre una proyección política interesante para el futuro. Nosotros no representamos lo mismo que los partidos de la izquierda que están en la otra lista.
-La DC lleva candidatos con mucha experiencia política. Andrés Zaldívar, Andrés Palma, usted. ¿Porqué se tomó esa decisión y que efecto tendrá en los electores?
En materia de candidaturas, nuestra lista refleja experiencia y recambio. Ahí está la candidatura de Victoria Trapp, una joven abogada de la Universidad Católica que tiene 24 años y que compite por Magallanes; o la de Nataly Neira, joven abogada, en Bío Bio.
-Para la DC también es una elección icónica. En la anterior, sólo eligió un Constituyente de 155. Hoy son solo 50 los cargos ¿La DC podrá mejorar ese mal número?
En distintos momentos de la historia del partido hemos pasado por distintas crisis, pero hoy veo un partido unido, desplegado a lo largo de todo el país y con ganas de aportar en la construcción de un país más justo, seguro y en paz.
Lo bueno de la democracia es que los partidos pueden reconcursar frente a la ciudadanía, y hoy la DC está trabajando para que nuestro mensaje llegue a los ciudadanos. Además, es una elección totalmente diferente a las anteriores, producto del voto obligatorio.
Nosotros nos volvemos a presentar con toda humildad con nuestro mensaje puesto en la relevancia de la persona y de la comunidad como centro del quehacer de la política. No creemos que las personas son meros individuos que se las deben arreglar solos y tampoco creemos que el Estado lo debe resolver todo. Creemos en la libertad, pero también en la comunidad. Ahí está la síntesis de la convivencia social en democracia que debemos recuperar.
- Usted fue senadora y presidenta DC ¿Cómo analiza la gestión del gobierno y del presidente Boric?
El gobierno está en deuda, tiene que hacer su tarea y realizar los mayores esfuerzos para ordenar la casa. Esto implica enfrentar con fuerza la delincuencia y el narcotráfico, generar crecimiento y desarrollo económico y justicia social. Por el bienestar de Chile, espero que corrijan el rumbo y mejoren su gestión.