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Entrevista Cambio21. Diputado Carlos Bianchi entra en la polémica por elección de presidencia de la Cámara: “El PDG son mercenarios, negocian a cambio de lo que les den”

Por María Kovacz

El diputado y exsenador Carlos Bianchi tomó distancia de los dichos del senador del Partido Comunista (PC) Daniel Núñez, quien llamó al gobierno a “convocar a la presión de la ciudadanía” para sacar adelante las reformas sociales que impulsa, ante el quiebre en los acuerdos en el Senado. 

En conversación con Cambio21 aseguró que “yo sugiero a los colegas que más que pedir que el gobierno presione, nosotros tenemos que presionarnos y ser capaces de responder a esas demandas”.

Además, el parlamentario se refirió a la próxima elección de la testera en la cámara de Diputados y la polémica entre el PC y el PDG, dónde planteó que este último negocia a cambio de lo que mejor les den, calificándolos de “mercenarios”. “Y ahí no hay convicción política, no hay altura de miras ni convicciones que uno pueda respetar en cuanto a pensar en un país”, finalizó.

¿Cómo califica los dichos del senador Daniel Núñez quién llamó al Gobierno a “convocar a la presión social de la ciudadanía para sacar adelante las reformas”?

Lo que ocurre es que aquí hay una situación donde de la puerta para dentro del Congreso es como que las parlamentarias y los parlamentarios piensan que existe una realidad que no tiene nada que ver desde la puerta del Congreso para afuera, que es la única y verdadera realidad de la que vive a diario la gente.

Entonces lo que yo digo es que dejemos de hablarnos de la puerta afuera del Congreso y empecemos a hablar de la puerta afuera del Congreso para entender cuáles son las prioridades de las demandas humanas y sociales que efectivamente están pendientes.

Dicho eso, a mí no me parece mal que parlamentarias o parlamentarios sientan que tiene que haber una presión ciudadana, que la hay, pero no es una presión ciudadana, hay una necesidad humana que efectivamente el gobierno y el Congreso han podido tener la fuerza suficiente para dar respuesta a esa demanda social y humana que existe en nuestro país.

Entonces, yo sugiero a los colegas que más que pedir que el gobierno presione, nosotros tenemos que presionarnos y ser capaces de responder a esas demandas que, más allá de que puedan mirarse desde derecha a su izquierda, yo te diría que dejemos de ser castrados mentalmente de la izquierda y la derecha y empecemos a entender que estas demandas son reales, son humanas, son urgentes y son necesarias.

Tras lo ocurrido en el Senado y la votación de su mesa ¿cómo se vaticina la elección de la testera en la Cámara de Diputados?

Dejemos de mentirnos a nosotros mismos. Esto es una mitomanía colectiva parlamentaria y un canibalismo parlamentario donde se comen unos con otros y donde no resuelva nada. Lo que pasó en la mesa del Senado, y yo que estuve 16 años en el Senado, algo conozco, se venía fraguando un acuerdo político eleccionario de Demócratas y la derecha.

En ese contexto, se estaba gestando un acuerdo político entre Demócratas, donde la senadora Rincón podría volver a ser senadora en el partido que creó para tener esa estructura política. O, si la derecha llega al gobierno, podría aspirar a ser ministra. Existe también la posibilidad de que participe en una simulación de primarias presidenciales para luego pedir compensaciones políticas.

En el Senado, la derecha frustró esta posibilidad, sellando así un acuerdo para las elecciones de octubre. Lo mismo sucede en la cámara de diputados, donde Demócratas se ha revelado como un partido de derecha.

 En este escenario, se visualiza que van a tener acuerdos con la derecha para los próximos comicios. Esto implica que no habrá una mesa consensuada con la izquierda. A pesar de esto, se espera que el ministro Elizalde y el presidente del Senado José García Ruminot alcancen acuerdos, ya que no permitieron que un integrante no deseado en Hacienda participara en la reforma. El gobierno prefirió perder la mesa a perder la Comisión de Hacienda del Senado.

A pesar de estas dinámicas políticas, se asegura que García será un presidente conciliador y que el gobierno no frenará ninguna iniciativa que no desee frenar. Se resalta que, en Chile, es el gobierno quien tiene la autoridad para poner urgencias en los proyectos, independientemente de quién presida el Senado. Por lo tanto, se desmienten las afirmaciones falsas sobre posibles interferencias en la gestión política.

Sobre la interna en la Cámara de Diputados y la elección de su testera ¿Qué pasará entre el PC y el PDG?

Ahí tenemos otro problema. Ahí tenemos otro problema porque hay un actor que son algo más mercenarios, que es el PDG, que negocia a cambio de lo que mejor les den. Y ahí no hay convicción política, no hay altura de miras ni convicciones que uno pueda respetar en cuanto a pensar en un país.

Ahí se piensa muy, muy individualmente, con un alto riesgo de entregarse al que mejor ofrezca, y esa fracción que ya es más compleja, porque esos factores hoy día se sienten que tienen la llave de la puerta.

El problema es que pueden abrir la puerta por fuera o por dentro les da lo mismo con tal que vean dónde está la mejor oportunidad.

Entonces, yo no quiero hacer ciencia ficción, pero va a ser altamente probable, altamente probable que la mesa de la cámara o los próximos años también quede con el PDG, con Demócratas, este nuevo partido de derecha, y con toda la derecha, y la derecha hábilmente no le interesa la mesa, le interesan las comisiones y, por lo tanto, lo que pudiera llegar a ocurrir es que si ellos ganan la mesa, van a hacer un cambio reglamentario, que es posible al tener la mayoría, y van a cambiar toda la composición de las distintas comisiones más relevantes como son Hacienda, como son, obviamente, Constitución, Trabajo, Salud y, por lo tanto la derecha está tirando a eso, o sea, la estrategia que debiera tener la derecha es dejar que Demócratas y el PDG tengan un canibalismo político y ellos, efectivamente, hacer un reordenamiento si logran esa mayoría, para crearse con las mejores comisiones.

¿Qué opina sobre la idea de hacer las elecciones en dos días y el rechazo que a planteado la derecha en que Matthei habla incluso de “fraude”?

El propio director del presidente del Servel ha señalado que hay un promedio de minutos por voto de más de cuatro minutos por voto, dado que el voto es obligatorio, terminaríamos como a las 11 de la noche, 12 de la noche. Entonces, si quieren garantías, bueno, garantías se pueden dejar tener controles nocturnos de los votos.

A mí me preocupa el tema laboral, me preocupa el tema de las prohibiciones, por ejemplo, me preocupa como si lo quieren hacer en dos días, ¿cómo van a hacerlo?  Lo harán por abecedario, van a ser un día para adultos mayores, personas con discapacidad, personas que tengan que trabajar o por letra, porque al ser el voto obligatorio quizás todo el mundo lo deje para el último día.  Tampoco hay como nada decidido.

El único problema es que la demora por voto al ser una votación extensa, larga, de consejeros regionales, concejales, gobernadores, alcaldes, etcétera. Efectivamente, es un voto que demora un poquito más.

Yo creo que a futuro tenemos que ver otras cosas como el voto electrónico y otras cosas que tienen los países más avanzados que nosotros, pero, por de pronto, a mí no me sacude ni me incomoda el que pueda hacer en dos días, siempre y cuando se permita que el comercio funcione, siempre y cuando se resguarden los temas laborales de las personas y siempre y cuando se haga con un determinado ordenamiento.

Tiene que haber de alguna forma un orden para que se dividan dos días las votaciones. Pero eso, yo me quedaría más con el aspecto técnico que el juicio político, donde hay personas que solamente ven su vida. Yo pediría algo más de prudencia y este tema, agotarlo, agotarlo, agotarlo y agotarlo en la difusión y ver cuáles pueden ser las mejores fórmulas, como los debido resguardo, por supuesto.