Por Teresa Frías
"Tengo la plena convicción de la inocencia de Jorge y por eso hemos llevado adelante este indulto”, mencionó el Presidente Gabriel Boric sobre el beneficio que otorgó a detenidos por el estallido social y al ex frentista Jorge Mateluna. Boric argumentó que en el juicio contra éste, "hubo irregularidades y una valoración de la prueba que no estuvo a la altura de la justicia".
Sus palabras generaron rechazo en la Corte Suprema, que emitió un comunicado, recordando cuáles son sus atribuciones y que "ni el Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, abocarse a causas pendientes, revisar los fundamentos o contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos". Esto pese a que más temprano, la ministra del Interior, Carolina Tohá, afirmara a que "lo que el Presidente ha querido hablar es de la convicción que él tiene y el juicio que se ha hecho respecto a uno de esos casos".
En conversación con Cambio21 el exministro de Interior y Defensa, exdiputado DC hoy en el partido en formación Amarillos, Jorge Burgos puntualizó que “esa es una facultad que para mí es arbitraria y huele a monarquía. Los indultos debiesen existir como una ley no como algo del propio Presidente”.
Sobre el acuerdo constituyente al que llegaron los sectores políticos ¿Cuáles son sus conclusiones?
El acuerdo me pareció una buena noticia, porque emite un mensaje claro para poder darle una oportunidad a la ciudadanía de tener una nueva propuesta constitucional buena, sobria y que con ella podamos romper esta discusión tan larga.
La primera oportunidad en que los constitucionales y el propio gobierno encontraban buena, tenía una propuesta que yo calificaría de exagerada, y así opinó el 4 de septiembre la gran mayoría de los chilenos. Entonces como el tema quedó pendiente, hicieron bien los representantes políticos de darse un procedimiento interesante, una nueva oportunidad, que tiene resguardo, de tal manera que no vuelva a ocurrir el desaguisado que nos propuso la Convención pasada.
Sobre la polémica en torno a los indultos que hizo el Presidente Boric ¿Cuál es su opinión?
Los indultos, son una atribución que ha ejercido la Presidencia de la República desde hace mucho en Chile, estaba contemplado hacerlo. Esa es una facultad que para mí es arbitraria y huele a monarquía. Los indultos debiesen existir como una ley no como algo del propio Presidente.
En esta oportunidad ha causado mucha polémica y con razón, porque los indultos que hizo el Presidente son casos de delincuentes que fueron condenados producto de los delitos cometidos con posterioridad al 18 de octubre de 2019, como fueron homicidios frustrados, atentados y ataques incendiarios de lugares públicos y privados.
Hay un sector del país que está gobernando, que tiene una cierta aceptación de esos delitos. Eso es lo que estuvo detrás de esta decisión y no es lo que piensa la inmensa mayoría de los chilenos. Chile ha vivido momentos difíciles con respecto a la seguridad pública. Entonces este momento es muy complicado y lo que pasó no fue muy bueno desde esa perspectiva.
¿Cómo toma el hecho de que a raíz de estos indultos, personeros de derecha se hayan salido de la mesa de seguridad?
Eso no es bueno. El tema de mejorar las condiciones jurídicas, políticas, para combatir el delito presente debe ser un esfuerzo de todos los sectores, sobre todo los que están en el gobierno y la oposición. La justificada molestia por los indultos no justifica el hecho de salirse de una mesa de seguridad, uno de los temas más preocupantes que viven los chilenos.
¿Usted cree que el gobierno lo inunda la ideología?
Suele ocurrir. En materia de seguridad el gobierno había dado un buen paso. Había impulsado esta agenda de seguridad con la ministra Toha, quien ha cambiado el discurso del ministerio del Interior. Lamentablemente los indultos fue un paso atrás.