Por Alfredo Peña R.
Desde hace menos de un mes que es Presidente de la Cámara de Diputados.
Ricardo Cifuentes (DC) no es nuevo en la política.
Fue Intendente de la región de Coquimbo el año 2006 designado por la presidenta Michelle Bachelet cargo en el que duró los cuatro años del período de la exmandataria. Fue subsecretario de Desarrollo Regional entre 2014 y 2018 y también fue candidato a diputado y a Gobernador regional en postulaciones fallidas.
En las elecciones parlamentarias de 2021 fue elegido diputado por el distrito 5 que comprende Coquimbo, La Serena y otras comunas de esa región.
Ricardo Cifuentes conversó con Cambio21 en días agitados en la Cámara de Diputados, en la previa de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado donde señala con fuerza que "NUNCA (nos pide que sea con mayúsculas) un golpe de Estado puede ser la solución para enfrentar dichas situaciones". Y agrega: "Además, debemos ser claros y tajantes, sin ambigüedades, que las violaciones de los Derechos Humanos no se pueden permitir y siempre debe ser condenadas".
¿Cuál va a ser su impronta como nuevo presidente de la Cámara de Diputados?
Queremos marcar un sello que nos aparte de las ansiedades que a veces parecen consumirnos. Buscaré recuperar la calma y mantener el timón firme. Creo que la experiencia sirve. No hay que agitarse mucho, sino caminar, sin prisa, pero sin pausa en la dirección correcta. Tengan la certeza que esta es la intención que nos anima y me la jugaré para que esa sea la forma en que nos relacionemos en esta corporación.
Por eso estaré preocupado constantemente de buscar el diálogo, la confluencia y la participación, porque no nos vamos a prestigiar aislándonos, sino acercándonos a las personas y a sus comunidades.
Usted habló cuando asumió, de buscar mayor unidad y mejor trato entre ustedes ¿Cómo lo va hacer?
Lo dije claramente en mi discurso: Estamos en un ambiente con tanta frecuencia, agitado, donde a veces no ha estado ausente la crispación y la agresividad, y por ello queremos ayudar a establecer la calma, imponer el debate con convicciones firmes pero respetuosas.
Dar inicio a este nuevo tiempo buscando el predominio del bien común es uno de los objetivos que me he planteado y para ello, realizaré mis mayores esfuerzos para lograr todos los acuerdos alcanzables, sin desestimar los consensos únicamente porque no son perfectos.
La DC no está en el gobierno. Cree que con este paso el oficialismo, al apoyarlo a usted, ¿podría ser una forma para tener mayor participación de la DC en el gobierno?
Mi elección como Presidente de la Cámara es el resultado del cumplimiento de un acuerdo administrativo que suscribimos en marzo de 2022 bancadas de distintos partidos, del oficialismo y de quienes no formamos parte del gobierno. Por lo tanto, esto no debe tener una interpretación más allá del cumplimiento del acuerdo administrativo.
Además, nosotros como Democracia Cristiana, a través de nuestro máximo órgano de decisión interna, la Junta Nacional del partido, decidimos que no seríamos parte del gobierno, y eso no ha cambiado.
¿Qué le parecen las cifras que señalan que hay más ciudadanos que van a rechazar la nueva Constitución, que los que la aprueban?
Creo que son cifras preocupantes, pero que demuestran el agotamiento que la ciudadanía tiene con este tema, que sin embargo es tan importante para la vida de todos los chilenos, ya que se está construyendo el marco de lo que nos guiará como país en los próximos 40 o 50 años y a pesar de que aún no se conoce el texto, ya hay mucha gente que dice que lo va a rechazar.
¿Podrán revertirse esas cifras?
Eso va a depender únicamente del trabajo que hagan los Consejeros Constitucionales, los que tienen la gran responsabilidad de construir un texto que le haga sentido a la mayoría de los chilenos y que sientan que, a través de él, se podrán solucionar las injusticias y los problemas que los aquejan.
¿Qué le parece que de acuerdo a estas cifras tengamos que regirnos por la Constitución de Pinochet-Lagos?
La Constitución actual, con todas las modificaciones que le hemos hecho en estos años de democracia, dista mucho de lo que era originalmente la establecida por la dictadura.
Obviamente que lo mejor es tener una nueva Constitución, construida en democracia y redactada por representantes elegidos en votación ciudadana y por eso, reitero que es muy importante que los actuales Consejeros Constitucionales tomen conciencia de la responsabilidad que tienen y por lo tanto redacten un texto que pueda ser aprobado en el plebiscito de diciembre próximo.
¿Cuál es la ley más importante que pretende sacar en su período?
Más que una ley en particular, he señalado que durante mi período espero que podamos sacar adelante proyectos en las principales temáticas que le interesan a la gente, como la agenda de las reformas tributaria y previsional, postergadas por años y por la que seremos juzgados. En segundo lugar, tenemos la agenda de seguridad ciudadana que se encuentra en implementación, pero que debe completarse en todas sus facetas. En tercer lugar, tenemos una agenda del crecimiento económico y de un pacto fiscal, que nos permita tener un mejor y más eficiente Estado, más fuerte en regiones y comunas. En cuarto lugar, tenemos la agenda de la transparencia y de la probidad para asegurar que los recursos de todos los chilenos les llegan efectivamente a todos los chilenos. Y una última área, que no es menor e importante, es que tenemos la obligación de fortalecer la Cámara de Diputadas y Diputados, modernizarla, acercarla a los ciudadanos y agilizar sus procesos.
Para todo esto se requiere de una visión de conjunto. No vamos a conseguir acuerdos tratando a cada segmento como si se tratara de estancos separados. Estoy convencido que el acuerdo está allí donde es posible alcanzar mayor equidad, más crecimiento y un mejor Estado.
Usted va a ser presidente de la Cámara en la conmemoración de los 50 años del golpe ¿Qué expectativas tiene para estos actos y cómo los va a manejar con una cámara tan dividida?
Ser Presidente de la Cámara cuando se conmemoren 50 años del golpe es una responsabilidad enorme, ya que esa es una fecha que aún divide a la sociedad chilena y eso también se manifiesta en la política nacional y obviamente que en nuestra corporación.
Por ello, me la jugaré para que todas las acciones e intervenciones que se realicen en la cámara sobre esta fecha, sean realizadas siempre con respeto y de manera ordenada. La única herramienta que tenemos los parlamentarios es justamente el parlamentar, conversar, acordar y no el enfrentamiento, la descalificación y la pelea que no nos llevan a ninguna parte y que alejan a la ciudadanía del Congreso y su labor.
Tenemos un nuevo reglamento que entró en vigencia el 1 de agosto, que me entregan nuevas herramientas para asegurar el orden y respeto en la sala, estableciendo nuevas sanciones y multas más altas, que las usaré cada vez que sea necesario.
Espero que los actos y acciones conmemorativas estén a la altura de lo que se necesita para el futuro del país, pero teniendo siempre presente que los problemas de la democracia siempre se deben resolver con las herramientas que la democracia tiene y por ello, NUNCA un golpe de Estado puede ser la solución para una democracia. Además, debemos ser claros y tajantes, sin ambigüedades, que las violaciones de los Derechos Humanos no se pueden permitir y siempre debe ser condenadas.