Oh I'm just counting

Especial Cambio21: Marchas y manifestaciones por la pantalla chica. Los días en que la televisión “cansó y exasperó” a la gente

Foto: Francisco Vidal y Joaquín Lavín, panelistas del programa matinal del 13

Por María Kovacs y Alfredo Peña

Chile despertó y explotó con un estallido social que nadie se esperaba. El salto de los torniquetes para evadir el Metro, fue la primera acción que realizaron los secundarios y que de a poco comenzó a tener más adeptos, hasta que la mayoría de los chilenos se unió definitivamente.

Las movilizaciones ciudadanas se fueron tomando no solo la agenda política, sino que también los medios de comunicación. Aunque las protestas no se mostraron tal y como fueron. Los saqueos, los incendios en el Metro y supermercados, y los enfrentamientos con Carabineros y militares fue la tónica de la televisión, los primeros días.

Los canales y sus periodistas y conductores -de todas las televisoras- no se preocuparon tanto de lo pacifico y la masividad de las manifestaciones y marchas, sino que en su gran mayoría de la violencia.

Nuevamente los canales fueron el foco de atención, siendo increpados a diario por la ciudadanía, quienes según señalaron  muchisímas personas “ya están cansados de que les sigan mintiendo”, dijeron varios. Tanto así, que los manifestantes incluso llegaron a las dependencias de Chilevisión, Mega y TVN para funarlos y atacarlos. Incluso sus propios periodistas eran increpados en vivo cuando hacían sus despachos especialmente para los programas matinales. 

Hace unos días por ejemplo, al menos dos canales de televisión estuvieron transmitiendo simultáneamente y por largos minutos el trabajo de los “chalecos amarillos”: vecinos que se organizan para proteger sus barrios ante la ola de saqueos en distintos sectores de la capital.

Una situación que, si bien es cierta y puede concitar gran interés público pero responde a hechos aislados y proporcionalmente menores en relación a las masivas y pacíficas protestas que se registran tanto en Santiago como a nivel regional.

A esto se suman las cuantiosas imágenes de supermercados y locales comerciales destruidos, almacenes que no dan abasto, escasez de alimentos y bencineras sin combustible, lo que ha alimentado el nerviosismo e incluso desesperación de quienes se informan, principalmente a través de la televisión abierta.

También han abundado en los distintos medios de comunicación expresiones que apuntan a la criminalización de quienes se manifiestan en las calles a través de calificativos como “inadaptados” o “antisociales” replicando con ello la línea discursiva de las autoridades en lugar de hacer un contrapunto o al menos utilizar un lenguaje neutro.

Cómo olvidar también las transmisiones en vivo desde diferentes puntos de Santiago y en regiones, mostrando filas de hasta dos  horas para poder comprar en el supermercado que estuviese atendiendo. Cosa que fue destacada por las redes sociales, donde no le ha ido bien a ninguno de los canales, de hecho hasta el día de hoy siguen siendo el blanco de las funas y ataques.

Falta de voces que convenzan

Si bien sabemos que los canales funcionan a través del rating, y que pueden ser la excusa para justificar su accionar, sabemos que no es así. El morbo es en realidad lo que mueve a la televisión, y entre más saqueos y más caos se muestre, para ellos resulta ser más satisfactorio.

Aunque también hasta ahora, los comunicadores no han sido asertivos en sus comentarios, en que varios han sido criticados por redes sociales, tal el caso de Polo Ramírez, Cristián Sánchez, Tonka Tomicic, María Luisa Godoy y otros más.

“Sabíamos que había desigualdad, pero no sabíamos que les molestaba tanto”. Las palabras del periodista Polo Ramírez en Bienvenidos, reflejan la actitud general adoptada por las autoridades políticas, los personajes mediáticos y los canales de televisión que actúan como caja de resonancia del discurso oficial: tienen claro que el descontento existe, pero no les importaba… hasta ahora.

Sus opiniones han sido sesgadas, fuera de foco, incitando al odio y por sobre todo, no tener conocimiento de lo que realmente sucede en la sociedad, como si vivieran en un mundo aparte, y no supieran lo que realmente molesta a los ciudadanos.

Si bien, dicho escenario no es algo nuevo, sino que, por el contrario, se repite en cada marcha o movilización que termina con algún tipo de incidente o desorden público, sí es especialmente preocupante al tratarse de una situación inédita en nuestro país, en donde los medios debieran procurar informar con la máxima responsabilidad.

Es así como diversos actores ligados al mundo de las comunicaciones se han pronunciado críticamente respecto de la cobertura sesgada, y a ratos sensacionalista, de algunos medios.

El recientemente desvinculado jefe de prensa del Canal 13 de Televisión, Enrique Mujica fue reemplazado por Cristián Bofill, ex director de La Tercera, Qué Pasa y de prensa del mismo canal. Su nombramiento ha sido directamente criticado pública y privadamente por haber participado en la operación Huracán, un montaje hecho por carabineros con el apoyo del canal 13 para acusar a mapuches de acciones violentistas. "Bofill es de derecha e íntimo amigo de Melnick. Por eso lo tuvo por varios años como analista político donde ha estado. Incluido el programa político del mismo 13. Un fascista que se representa a si mismo, pero es el íntimo amigo de Bofill" señala ex periodista de canal 13.

Malestar de universidades

La escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, se manifestó a través de comunicados su “malestar ante la cobertura y tratamiento mediático que han realizado los canales de televisión abierta respecto al momento difícil que está pasando el país”.

Además, hicieron un llamado a los medios “a cumplir con la exigencia ética y social que la profesión nos convoca, con un tratamiento plural y ético que no considere solamente las fuentes oficiales, sino a todas las voces”.

Misma opinión posee el Colegio de Periodistas de Chile. Su presidenta, Margarita Pastene, expresó su preocupación “por el cerco informativo, no se puede centrar la entrega informativa a partir del vandalismo, los saqueos y de cosas que son marginales respecto del tremendo y profundo sentido que tiene la movilización ciudadana”.

En ese sentido la dirigenta gremial recalcó que “los medios de comunicación como siempre están tratando de encubrir una realidad que es la que estamos viviendo todos y todas y sentimos que hay que dar un vuelco a esto; no podemos seguir en esta lógica de informar de manera equivocada y con una línea editorial que se ajusta más a los intereses del gobierno de Sebastián Piñera que a los intereses de la ciudadanía”.

Esta vez, los grandes medios de comunicación han sido apuntados como parte del problema. Como parte de la injusticia de Chile.

Para el destacado periodista, Sergio Campos "los canales se dejaron llevar por el impacto de las imágenes y le dieron prioridad a las imágenes más espectaculares y eso la gente lo procesó y lo transformó en una carga negativa para la sociedad, pero al correr de los días la televisión se ha dado cuenta, están recogiendo el clamor popular de cuáles son los cambios o las injusticias que la gente le parece que están molestando a una parte importante de la sociedad".

Trabajadores descartan censura de la TV 

La Federación de Trabajadores de Canales de Televisión publicó un comunicado en que respaldaron el trabajo hecho por los trabajadores ligados a los medios de comunicación, luego de la cobertura de la “Marcha más grande de Chile”, caracterizada por ser pacífica.

“Después de un día que quedará registrado en la historia en Chile, queremos expresar nuestro respeto y admiración por el trabajo hecho por todos los trabajadores de la televisión y los medios de comunicación, que con objetividad y claridad registraron la voluntad de cambio sin violencia que manifestó Chile de manera ejemplar.

Esto aleja toda duda la existencia de un manejo o censura de la información que se pudiese pensar en los canales de televisión.

Condenamos todos los actos de violencia contra los trabajadores y medios de comunicación y hacemos un llamado a todos los trabajadores a construir un nuevo Chile que demanda profundamente un cambio a un nuevo modelo social y económico que mire prioritariamente el bienestar humano y que entregue las seguridades sociales mínimas para todos los chilenos.

Los trabajadores de la televisión somos los garantes de la protección del derecho de informar y de ser informado de manera veraz y oportuna”, comunicaron.

Canales versus redes

Tono alarmista, breves secuencias de imágenes repetidas hasta el cansancio, preguntas inoportunas y fuera de foco, es la tónica diaria que tenían los canales de televisión para “informar” a la ciudadanía. Un modo antiguo para estos tiempos, ya que las redes sociales dejó por muy debajo lo que fue la televisión para informar.

Además los primeros días los móviles en directo trataban de enfocar a los que estaban descontentos con el estallido social, los que más perderían con los incendios en el Metro, y aquellos que ojalá no fueran jóvenes, para poder manipularlos. Pero, no les resultó mucho, de hecho en varias entrevistas los canales debieron interrumpir o quitarles el micrófono a los ciudadanos, pero esos momentos quedaron registrados y las redes sociales hicieron lo suyo. En vivo y en directo. Fue tal ese acoso que tuvieron los reporteros y reporteras de televisión de los matinales esencialmente, que tuvieron que dejar que se emitieran muchas voces en contra de sus propios canales y sus coberturas. 

La gente se "cansó" de la televisión y su cobertura, siendo que la mayoría vivían in situ la realidad de lo que estaba pasando, especialmente cuando se produjo la mayor manifestación que se ha hecho luego del regreso de la democracia, con más de un millón de personas en las calles del centro de Santiago.

Es así como las redes sociales se han tomado protagonismo, no sólo mostrando la realidad de las manifestaciones sino que también la represión policial y militar que estuvo marcada con toques de queda y estado de excepción. Además informó sobre situaciones que para la televisión no era suficiente, como el testimonio de los ciudadanos.

Y preocupación de las violaciones de los derechos humanos casi nada. Sólo Chilevisión en conjunto con CNN han realizado esa cobertura con preocupación y detalle. No en vano, al despacho de esta nota, ya van 23 muertos producto del estado de excepción implementado por el Gobierno. Y mil 400 heridos y cerca de 4 mil detenidos.

El Mea Culpa de Mega

El canal privado Mega fue uno de los que más críticas recibieron durante las primos días de las  manifestaciones, porque fueron los que más expusieron saqueos, críticas sociales y por sobre todo apuntando a una férrea defensa al gobierno.

De hecho, no solo fueron funados por las redes sociales, sino que también debieron ver como cientos de personas llegaran a sus dependencias en Vicuña Mackenna, lo que dejó perplejos a todos.

Quizás fue esta acción o los constantes reclamos sociales, lo que hizo un cambio en la pauta del matinal y de los panelistas. Quienes ya no criticaban a la gente, los apoyaban, apoyaban las causas sociales y les daban cobertura a quien quisiera hablar.

A tanto ha llegado la crítica, que los propios periodistas han respondido. En el panel de Mucho Gusto conversaron sobre ello y fue el periodista Simón Oliveros quien comenzó diciendo: "Quiero aprovechar un “segundito” la pantalla de Mega para hablarle a la gente que a veces “nos da duro”: Nosotros como medio de comunicación vamos a ir siempre más lento que las redes sociales, es inevitable.

Mientras que la conductora de TV Andrea Aristegui agregó: "Creo que es necesario transparentar eso, hay razones para que la gente también tenga molestias con los medios de comunicación y yo encuentro que es legítimo que exista, no justificó las agresiones (...) A veces no podemos llegar a todos los lugares, a veces nos equivocamos en la forma de tomar decisiones".

Quien también tomó la palabra fue el conductor Luis Jara, quien realizó un sincero mea culpa. “¿Puedo decir algo? Hay que aprender a recibir las críticas, es de sentido común aprender a recibirlas. Los que trabajamos como comunicadores estamos expuestos”.

Luego continuó: “El tema es que hay que sacar de esa crítica la violencia. La violencia nos violenta a cada uno de nosotros, nos pasa algo cuando nos tiran algo que nos parece injusto (…) Yo fui formado en una TV ochentera, donde no se podía decir todo lo que uno quería. Teníamos miedo, fuimos formados por el miedo, nos vendaron los ojos. A mí me daba mucha rabia“.

Bajo esta línea manifestó sus deseos de asistir a las marchas y “decir lo que yo pienso, tengo ganas de oponerme a un sistema perverso, pero evidentemente los comunicadores estamos sujetos a muchas cosas y no podemos sentarnos frente a una cámara a tirar nuestra rabia porque no nos corresponde”.

Finalmente reflexionó sobre su rol como comunicador: “También me ha pasado de preguntarme cuán cobarde soy como comunicador, en el sentido de que mucha gente exige que nos mojemos el potito. ¿Dónde está el límite? Yo digo, honestamente, estoy en aprendizaje de hacerlo (…) No me quiero justificar, pero hoy nos tenemos que adaptar. Y la sociedad también tiene que cambiar, la violencia no debe estar. Lo digo desde lo más profundo de mi corazón”, cerró Luis Jara.