Por María Cristina Prudant
La ex ministra de Salud, Helia Molina es la decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile y comentó a Cambio21 que es esta universidad estatal pública que tiene un 60% de gratuidad, está abordando los tiempos de pandemia con enseñanza on line y “también ha dejado al descubierto la tremenda inequidad en términos de acceso a internet ”. Destacó que la Usach “ha estado a la altura, realmente ha hecho un apoyo sustantivo tanto a estudiantes como a profesores para poder otorgarles la capacidad de poder trabajar on line y de permitir que, a pesar de la difícil situación se puedan seguir haciendo trabajos en todas las carreras”.
Sin embargo, comenta que para las carreras del área de la salud es complicado porque “después del tercer año los alumnos van a los hospitales porque la medicina se aprende haciendo. No en clases on line, entonces ha sido súper complejo, pero creo que la Universidad de Santiago como siempre ha estado conectada con la gente, hemos hecho una vinculación estrecha con el medio. Hemos hecho capacitación gratuita de todo tipo, de uso de ventiladores, de trazabilidad, de formación de kinesiólogos para tratamientos intensivos. A todos los estudiantes les hemos hecho capacitación en covid”

¿A usted le parece bien como se ha desarrollado el desconfinamiento por covid-19?
Antes que hablar del desconfinamiento y del Paso a Paso, hay que decir que en los primeros tres meses la pandemia se manejó muy mal, desgraciadamente se le dio prioridad solamente a la oferta hospitalaria, a las camas críticas, a los ventiladores y no al testeo, a la trazabilidad, al aislamiento de los contactos, al involucramiento de la atención primaria, de los niveles locales, de las alcaldías.
Entonces, la verdad que cuando llega el ministro París, quien es el autor, por decirlo de alguna manera, del Paso a Paso, la verdad que han habido muchas cosas funcionando mal en el país y creo que si bien es muy atractivo el Paso a Paso porque la gente está hasta las masas de estar encerrado, el país está parado y lógicamente que todos queremos salir del confinamiento, pero me preocupa todavía, un poco, la capacidad real que tenemos desde la atención primaria, los niveles locales de hacer el testeo masivo, de hacer una buena trazabilidad de los contactos.
Hay estudios de trazabilidad que estamos lejos todavía de alcanzar los estándares más adecuados para controlar la pandemia, porque esta técnica de PPA que se llama Testeo, trazabilidad y aislamiento es, fundamentalmente para controlar la pandemia y de ese modo evitar que el desconfinamiento vaya a generar rebrotes nuevos y en eso creo que todavía estamos en deuda, todavía no se dan todas las condiciones.
¿Pero en la práctica que le parece el desconfinamiento?
Primero llevamos poco tiempo por eso todavía no podemos ver exactamente lo que está pasando. Lo que vemos hoy día, los datos de hoy son de hace 15 días cuando el paciente infectó, cuando ocupó la UCI, en fin. Entonces, estamos mirando siempre una retrospectiva, me gustaría ver qué es lo que va a pasar. A mí me cuesta estar de acuerdo con desconfinamientos parciales, creo que se confina y desconfina todo porque al final de cuentas acá en Región Metropolitana, entre una común a y otra hay un calle no más, entonces es complejo en ese sentido. Pero, teniendo la suficiente capacidad de trazar y de testear y aislar podría perfectamente ser una estrategia que no produzca brotes.
Pero, todavía tengo mis reservas porque por los estudios que hay todavía hay muchos municipios que no están haciendo la pega, que no tienen los recursos y además, hay que decir que también para confinar y desconfinar hay que tener asegurado para las personas sus derechos básicos de alimento, de abrigo, de techo de manera que no haya una conducta errática con respecto a estos pasos del Paso a Paso porque si bien de lunes a viernes hay comunas que están desconfinadas eso no significa que todo está bien que no hay riesgo.

¿Qué le parece la decisión del Minsal de restringir la circulación de mayores de 75 años?
En estado de catástrofe el ministerio tiene capacidad para restringir las libertades de las personas donde el riesgo vital es muy alto, depende de qué tipo de patología. En este caso, se considera que los mayores de 75 años tienen un tan alto riesgo de morir si enferman que es una forma de protección. Ahora, yo creo que no es necesario, creo que de verdad los mayores de 75 años, probablemente la población que más se cuida, pero, obviamente que esa resolución tiene como objetivo solamente proteger. A mí en lo particular, me parece que no es necesario creo que los adultos mayores tienen suficiente capacidad de análisis y evaluación de la situación. A mí no me gusta mucho infantilizar a los adultos mayores como que fueran indefensos y sin ninguna capacidad de decisión. Entiendo por qué lo hacen pero no estoy de acuerdo, creo que no es necesario.
¿Qué opinión tiene usted acerca de hacer o no el plebiscito?
Creo que en este modelo de desconfinamiento, de tener de lunes a viernes abierto los malls, los supermercados, los mercados, ferias libres, etcétera, me parece, absolutamente inoficiosa la discusión si hay o no hay plebiscito porque la verdad que es bastante más riesgoso ir a comprar al supermercado, o estar en una cola en el banco, o ir a cualquier situación donde hoy se produce aglomeración, que ir a votar que es un rato, por una vez en un lugar específico donde se pueden tomar todas las medidas correspondientes. Por lo tanto, estoy absolutamente a favor de que el plebiscito se haga porque las actividades que está haciendo la gente en el día a día son mucho más riesgosas que ir a votar.
¿Y las personas con covid positivo pueden votar?
Me gusta mucho la propuesta que ha hecho el Servel de hacerlo domiciliario porque si en este momento hay 1.600 casos diagnosticados en todo el país, hay un porcentaje de esos que están en el hospital inconscientes, son personas que no pueden votar, pero si están en buenas condiciones pueden votar. El voto es voluntario por lo tanto, bastaría con preguntarles si quieren votar y si lo quieren hacer que haya un mecanismo para que se pueda votar en domicilio o en el hospital.
¿Qué le ha parecido a usted el paro de los camioneros?
Soy una persona que toda la vida he estado en contra de los paros de los grupos que tienen labores sustantivamente imprescindibles. Entonces, por ejemplo, nunca he estado a favor de un paro médico, de los trabajadores de la salud. Yo entiendo que a veces las razones son justificadas, muchas veces los trabajadores de la salud tienen más que razones para estar en paro, pero yo nunca he estado de acuerdo que se vayan a paro porque son otros los que se perjudican, inocentes que no tienen nada que ver.
Ahora, en el paro de los camioneros, es lo mismo, no es ahora, en muchos gobiernos han hecho chantaje para poder irse a paro porque saben que son fundamentales para el transporte de los insumos básicos. Me parece desubicado, impertinente, pero también entiendo que la situación de inseguridad de La Araucanía, les está produciendo mucho estrés. Yo no estoy poniendo culpables en La Araucanía, yo creo que ahí hay una situación compleja de análisis y realmente no estoy tan segura de donde viene la violencia, no me voy a pronunciar en eso porque no estoy metida en el conflicto.
Me parece que también es necesario que hay un diálogo, que el gobierno haga todas las medidas correspondientes para asegurar la zona donde se producen los problemas.
¿Pero se ha producido mucha crítica al gobierno porque frente a este paro no ha actuado igual que en otros casos?
Obviamente que, hay un sesgo político pero no voy a entrar en eso porque es tan obvio que para qué. Solamente le puedo decir que lógicamente que hay mano dura para algunas cosas, mano blanda para otras, eso siempre ha sido y desgraciadamente el país está tan polarizado, pero si yo estuviera en mi gobierno, de izquierda yo pensaría lo mismo que debería pensar un gobierno de derecha, o sea, no a los paros de cosas sustantivas, pero sí escuchar cuáles son los problemas y tratar de ponerle solución, si tampoco se trata de estar contra el paro y que nadie pueda hacer nada por la situación.
Lo que tengo claro es que en el paro de camiones no hay ningún tipo de represión, pero si van los estudiantes a reclamar a la Plaza Italia le tiran perdigones en los ojos.

A 50 años del triunfo del Presidente Allende
“Los sueños de Allende todavía no son una realidad”
Se cumplen 50 años del triunfo del Presidente Salvador Allende. Y a pesar del correr del tiempo hay quienes piensan que aún están vigentes muchas de las cosas de su programa como terminar con la desigualdad, justicia, educación para todos y otros. ¿Qué piensa usted al respecto?
La verdad que comparar el 1973 con hoy día es complejo. Primero que nada porque la situación del país es distinta, obviamente que en los últimos 40 años se ha reducido la pobreza en Chile, no así la desigualdad. Pero, sí el volumen de pobres ha disminuido aunque probablemente hoy día con la pandemia vamos a tener un retroceso bastante importante en términos de la reducción de la pobreza que habíamos experimentado en los últimos 30 años. Después de la vuelta a la democracia, desde el 90, la verdad que empezó a haber, con distintas políticas sociales, una disminución de la pobreza, pero desgraciadamente los niveles de inequidad, que tiene que ver con los que más ganan con los que menos ganan, se redujo un poco, pero en una cantidad yo diría no significativa.
Ahora, si nosotros comparamos con 1973, un país donde recién se estaba pensando teníamos el cobre en manos norteamericanas, teníamos todo el campo prácticamente en muy pocas manos y no cabe duda que el Presidente Eduardo Frei Montalva y el Presidente Allende pusieron sobre la mesa reforma muy importantes que generaron mucho ruido en la elite más poderosa, económicamente, de Chile y se generan todas las campañas del terror, todo el desabastecimiento forzado y una serie de situaciones que rodean el gobierno del Presidente Allende, como de un momento de mucha complicación en términos sobre todo de abastecimiento, pero obviamente que eso se comprobó después que era absolutamente artificial porque al otro día del golpe de Estado estaban llenos de mercadería todos los supermercados, pero comparar las ideas gruesas que tenía el Presidente Allende con las ideas gruesas que todavía en Chile tenemos que tener porque no se han solucionado los problemas sociales de gran desigualdad, de tanta injusticia social, de tantos chilenos y chilenas que no tienen oportunidad de tener una educación de calidad, oportuna y que les dé competencias para poder seguir adelante en una educación superior, que también debiera ser inclusiva y ojalá gratuita.
Creo que esos sueños de antaño- uno habla de antaño pero pasó hace 43 años o más- la verdad es que todavía no son sueños que se hayan hecho realidad y no cabe duda que si bien hoy día tenemos otro momento en nuestra democracia, en el nivel educacional de la gente, en términos de la madurez cívica, hay una serie de variables porque esto no se puede comparar linealmente y decir: mire, lo que dijo el Presidente Allende en el 73 igual corre hoy día, no es así porque Chile cambió, el mundo cambió.
Estamos en medio de una globalización, cuando estuvo el Presidente Allende no había internet ni ninguna cosa, las redes, o sea, el mundo cambió. Por lo tanto, también la manera de mirar el mundo tiene que cambiar y en ese sentido, pero las ideas centrales, de justicia, de equidad, de igualdad de oportunidades porque los seres humanos somos distintos, unos son empeñosos otros no, pero si todos tenemos la misma oportunidad bueno ya, pero si no es así con qué cara podemos juzgar al compatriota que está reclamando porque nunca tuvo una oportunidad de nada y nunca la va a tener y la desesperanza aprendida que tienen los pueblos en general, son el mejor caldo de cultivo para generar estallidos sociales con pérdida de la paz social y todo lo que a nosotros los ciudadanos no nos gusta, pero eso tiene que ver con que no se han solucionado los problemas estructurales del país que es la redistribución, no solamente del poder, sino que también la redistribución de las oportunidades, de los impuestos, también de nuestras fuentes naturales, cómo somos capaces de abordar hoy día un desarrollo sostenible, son problemas distintos, pero que en lo grueso, en lo medular, en la esencia tiene que ver con la justicia.