Por Mario López M.
“El aporte del empleador dividido en 8 años, como se propone, y llevado a la cuenta individual del trabajador, arrojará un resultado igual a cero en las jubilaciones. Si hubiera voluntad de favorecer a los pensionados y no a las AFP, el aporte patronal debiera ir al Fondo de Garantía de Pensiones que ya existe”, señala el abogado.
“El fondo tiene US$10 mil millones acumulados y recibe 0,2 del PIB cada año. Eso, entrega fondos para que la pensión básica solidaria, que hoy es de $108 mil mensual, se pueda extender a todos los afiliados a las AFP y a los actuales pensionados, lo que se sumaría a los ahorros individuales”, dice y propone un seguro de longevidad.
- Si bien no se conocen los detalles del proyecto del gobierno de Reforma Previsional, al menos los lineamientos dan una idea de qué se busca. ¿Está de acuerdo con ellos?
Son líneas que solo mantienen la injusta posición de las AFP y las pensiones indignas. Si se analiza cuál sería el único punto rescatable y que fue parte de las conquistas de la movilización social que se hizo, fue que hoy día está sobre la mesa un elemento que era desconocido por muchos años, el aporte patronal.
El aporte patronal antes del golpe de Estado de 1973, era cercano al 40% de la remuneración de los trabajadores. Una de las ofertas que hizo José Piñera, fue eliminarlo, bajo la excusa que solo bajo el aporte del trabajador y la eficiencia del sector privado, etcétera, se podrían entregar pensiones equivalentes al setenta por ciento de la última remuneración del trabajador, si las inversiones rentaban a lo menos un 4% al año.
Lo único rescatable es que hoy día todos estos actores están hablando de aporte patronal. Pero cuál es la oferta que hace el gobierno de (Sebastián) Piñera sobre esto. Ofrece incorporar un aporte patronal de 4% en los plazos de 8 años, o sea, 0,5% anual.
- En concreto, qué significa eso
Veamos qué significa eso: De acuerdo a las AFP la remuneración promedio de los 10 millones de afiliados, es del orden de los 700 mil pesos. Esto significa que hoy día, con el aporte de los trabajadores, que es el 10%, son $70 mil mensuales que deben destinarse, supuestamente, al ahorro, cosa que no es así porque las AFP te quitan de lo que va al fondo, una cantidad muy importante.
Si consideramos que el ahorro del 10% son 70 mil pesos mensuales para un trabajador de $700 mil, el 0,5% son 3.500 pesos. El gobierno de piñera sugiere que haya un incremento en el ahorro de los trabajadores de 3.500 pesos mensuales hasta completar una cifra que llegaría a 28 mil pesos en 8 años.
- Cuál sería, con esos números, el impacto en las pensiones del millón 400 mil jubilados actuales
Es nulo, cero, nada. Es más, el impacto en la gente que jubile en los próximos en los próximos 5, 10 o 15 años es nulo, nada. Ello porque se trata precisamente de una cantidad ínfima que no es capaz de resolver una deficiencia central que tiene el sistema de AFP.
La pensión promedio actual son 200 mil pesos mensuales, si en el plazo de 8 años la incrementáramos en un 40%, en el mejor de los casos se incrementaría en 80 mil pesos mensuales, es decir, quedaría una pensión inferior al salario mínimo. Eso es lo que dicen los números, aunque la especulación ve a ser después que esos fondos tienen rentabilidad, claro, pero la rentabilidad que pudieran obtener hay que empezar a medirla a partir de los 8 años siguientes, porque en todo este periodo es casi intrascendente.
- Cuáles son los datos que se debiera tener a la vista para determinar la rentabilidad
De acuerdo a los datos que son indesmentibles, hoy día, para que una persona obtenga una pensión de $100 mil mensuales, debe tener más o menos 25 millones de pesos en su cuenta de ahorro. Un trabajador promedio en las condiciones actuales, tendría que trabajar dos siglos para tener cien mil pesos mensuales. No va por esa vía la solución.
- El gobierno plantea que los fondos del empleador vayan a las cuentas individuales para incrementar sus cuentas. ¿Es ello efectivo?
Ese es otro elemento en que el gobierno ha insistido mucho: ‘No permitamos que esta nueva cotización vaya a otra parte que no sea su cuenta individual. La cuenta es suya, que no vayan a ningún fondo que maneje el Estado’, como fue la idea que tuvo el gobierno de Bachelet, que una parte de la cotización fuera a un fondo solidario.
La pregunta que se le hace a cualquier trabajador chileno, es si hoy día los trabajadores chilenos manejamos nuestras cuentas, somos nosotros los que decidimos dónde se invierte o somos nosotros los que decidimos cuánto nos cobran de comisión. No, las decisiones las toman los 6 gerentes generales que ponen los grupos económicos que controlan a las AFP. Es mentira cuando se afirma que esta plata vaya a la cuenta individual, vaya a servir para incrementar las pensiones. Primero por las matemáticas y luego porque está demostrado que los trabajadores no tienen participación alguna en el manejo y control de sus respectivas cuentas.
- Cuál es la alternativa que ve usted viable acerca de qué hacer con los incrementos proveniente de los empleadores
Se lo planteamos al gobierno de la Presidenta Bachelet. De acuerdo a la ODCE, nosotros tenemos que incrementar nuestra tasa de cotización en una cifra que supere el 50% y tendríamos que llegar como parámetro a un 18% que es el concepto general de ese organismo. Entonces, la cuestión sustantiva es ¿qué medida se puede tomar para que haya un impacto positivo hoy, en las pensiones?
Aquí viene nuestra propuesta, que es políticamente viable y económicamente sostenible: que ese 4 o 5% de aporte patronal, vaya al Fondo de Garantía de Pensiones que ya existe y que tiene cerca de 10 mil millones de dólares acumulados y que recibe por ley, además, un 0,2 del Producto Interno Bruto (PIB) cada año.
Si ese porcentaje del aporte patronal va al fondo de garantía, eso entrega fondos más que suficiente para que la pensión básica solidaria que hoy es de cerca de $108.000 mensuales, se extienda a todos los afiliados a las AFP y se extienda, además, a los actuales pensionados.
- Hay justicia en ello, cuando la pensión básica solidaria fue pensada para aquellos que no hubieran hecho ni siquiera un aporte en sus imposiciones o con grandes lagunas
Desde luego esta pensión creada en 2008, apunta a quienes, por las razones que sea, no integraron a lo largo de su vida laboral las cotizaciones y, que desde luego tiene un sentido de justicia correcto, produce un efecto de injusticia, porque hoy día, de acuerdo a las cifras oficiales de las AFP, hay 400 mil chilenos pensionados por las AFP que reciben, después de cotizar más de 30 años, 117 mil pesos mensuales, y una persona que no ha cotizado un solo peso durante toda su vida, tiene derecho a una pensión básica solidaria de 108 mil pesos mensuales.
Ocurre que, con el financiamiento del aporte patronal, se puede extender este beneficio, de forma tal que, el millón cien mil pensionados con una pensión promedio de 200 mil pesos mensuales. Si se les extiende la pensión básica solidaria a todos estos pensionados, se incrementa esta pensión en promedio en $110.000, o sea, en cerca del 60%.
Si se miran las cifras del último informe previsional de la Superintendencia, estas 400 mil personas que reciben hoy una pensión de $117 mil mensuales, al hacerse beneficiarios de la pensión básica solidaria, pasarían a recibir 227 mil pesos mensuales y eso, al mes siguiente de que se acordar que este 4 o 5% de aporte patronal vaya al Fondo de Garantía de Pensiones, pero de una sola vez. Cualquier otra cosa es mentirle, a las personas que están muriendo con pensiones miserables.
- Empresarios del rubro AFP y autoridades de gobierno, han sugerido la conveniencia de devolverle a quienes no han cotizado lo suficiente para una pensión decente, devolverles los fondos y así subir los índices promedios de las pensiones, artificialmente. ¿A ese chileno y al Estado, le conviene esta figura al estilo peruano?
Eso es un crimen en contra del concepto de seguridad social. Solo se está especulando con la desesperación de la gente por obtener recursos en el corto plazo. Los peruanos han permitido que la gente pueda retirar alrededor del 94% de sus fondos.
Pero ojo. Se les paga a las AFP durante 30 años comisiones que equivalen al 20% de lo que uno ahorra, pues eso es de acuerdo a las comisiones públicas más la clandestina del artículo 45 bis (D.L. 3500), y resulta que al llegar a la fecha de jubilación la AFP le dice: ‘le devuelvo la plata y me libero de la responsabilidad de pagarle una pensión. Gástesela como quiera’.
- Hay quienes sostienen que podría ser más rentable invertir esos fondos en inmuebles para arriendos, por ejemplo, que rentaría más que las pensiones. ¿Qué les responde?
He escuchado muchas veces ese argumento. “Si por ejemplo tengo 60 millones de pesos en la cuenta, me compro dos departamentos, los arriendo en 300 mil cada uno y saco una ‘pensión de $600 mil’”. La pregunta es, ¿cuántos chilenos tienen 60 millones en su cuenta? La gran mayoría tiene menos de 20 millones de pesos ahorrado. No cuadran las cifras.
El único negocio es para las AFP, que es decir ‘venga, págueme a mí 30 años de comisiones que me permiten mantener rentabilidades tremendas y luego tome, saque lo que le sobra y no me venga a molestar más a mí’. Esa es una estafa, usando la necesidad de la gente. Aumentaría los costos al Estado y por otro lado le bajan los impuestos a los empresarios, es un círculo vicioso.
- Volvamos al aporte del empleador. ¿Qué significa en montos lo que se recaudaría y en su distribución entre los pensionados actuales y futuros
Se trata de cerca de US$300 millones mensuales que incrementarían, en nuestra propuesta, el Fondo de Garantía de Pensiones. Son US$3.600 millones al año. Se incrementa el Fondo de Garantía en un 36% cada año, más el 0,2 del PIB.
Se lo dije a la Presidenta Bachelet: ‘Presidenta, quiere hacer este aporte en dos tramos, perfecto, eso significa entonces que puede haber una diferencia del orden de 1.500 millones de dólares en un año, entonces, la diferencia puede ser cubierta con una parte del Fondo de Reserva de Pensiones, pues para eso existe este fondo y se puede hacer de inmediato el reajuste del cien por ciento de las pensiones para el millón cien mil jubilados y le doy una garantía a los chilenos que están jubilando, que partirán con $110 mil y de ahí para arriba con lo que hayan logrado ahorrar.
- Sería un buen paliativo a la perspectiva de recesión que se prevé a 2020 y la baja rentabilidad de las inversiones, sumado al crecimiento de expectativa de vida
Efectivamente se piensa que hacia ese año las rentabilidades no van a tener el mismo nivel que tuvieron los años anteriores. La economía se maneja sobre el tema de supuestos, y frente a una amenaza de recesión, eso hay que considerarlo y si se empieza a generalizar, va a ocurrir que pueden bajar aún más las rentabilidades.
Las AFP también juegan con otro de los problemas, las modalidades de jubilación, por ejemplo, quienes pactan el retiro programado, en que, si bien siguen siendo dueños de sus cuentas, estas se dividen por los años de expectativa de vida de las personas -con lo que juegan las administradoras-. Y eso tiene una solución muy sencilla, que no la he dado yo, sino que la he estudiado de gente como Solange Bernstein o Guillermo Larraín, exsuperintendentes de AFP y Valores, respectivamente, y es que se debe crear un “seguro de longevidad”, porque los cálculos de expectativas de las Compañías de Seguros como el de las AFP al momento en que uno va a jubilar, es cuántos años más vas a vivir después de jubilarse.
- Para cerrar, en concreto, cuáles son los aspectos indispensables que no pueden quedar al margen de la reforma
Aporte patronal al menos de un 5%. Segundo, tiene que ser lo más rápido posible, porque la gente se está muriendo con pensiones miserables. Tercero, tiene que tener un seguro de longevidad para descartar estas fórmulas matemáticas que extienden las expectativas. Tiene que ser un seguro que sea financiado por los empleadores, lo que permite incrementar las pensiones entre un 26 y un 30% solo por este efecto del seguro de longevidad.
Si se incrementa la pensión vía este seguro de longevidad en un 25%, a modo de ejemplo y si se le suma el incremento de la pensión básica solidaria, las pensiones dejan de tener esta carácter tan misérrimo que el sistema como tal tiene y que no ofrece ninguna expectativa hacia delante de solución.