Por: BBC News Mundo en el Cono Sur
Parece crema de afeitar. Viene en una lata que sacan los árbitros de su cinturón cual herramienta de mecánico para marcar la distancia de los tiros libres. Es uno de los desarrollos más importantes del fútbol en su historia reciente.
Y, sin embargo, el órgano rector del fútbol mundial, la FIFA, y quien es considerado el inventor del aerosol, el brasileño Heine Allemagne, no se han puesto de acuerdo acerca de las patentes y su costo.
"Esto es una lucha entre David y Goliat", le dijo Allemagne a BBC Mundo. "Ellos (la FIFA) son muy grandes, pero eso no implica que estén por encima de la ley y la verdad".
La FIFA aseguró que no puede hacer comentarios por el momento "debido a que la demanda está pendiente".
El aerosol fue patentado en 44 países por Allemagne y Pablo Silva, un emprendedor y periodista argentino, bajo el nombre 9.15 Fair Play Limit.
Aunque ya se ensayaba en otras competiciones, el Mundial de Brasil de hace cuatro años, en el que se utilizaron 300 latas producidas en Río de Janeiro, fue la consagración del spray: desde entonces se usa en prácticamente todas las competiciones profesionales del fútbol.
Y con buenos resultados: el truco de adelantar la barrera en los tiros libres fue eliminado de un tirón, con una línea blanca marcada en el piso que se evapora después de un minuto.
Entre 25 y 100 millones
Allemagne y Silva están en conversaciones con la FIFA, una organización inundada por escándalos de corrupción, desde 2001; primero como colaboradores, luego como posibles socios y ahora como partes de un juicio en cortes brasileñas.
Hace un mes, la justicia de ese país dio la razón a los inventores en segunda instancia: las patentes son vigentes y la FIFA no tiene permitido el uso del aerosol hasta que se resuelva el litigio.
Ahora solo queda un recurso legal: la tercera instancia. La FIFA no ha dicho si lo usará en el Mundial de Rusia, que empieza el 14 de junio.
"La resolución puede salir durante el Mundial (de Rusia 2018). Sería una vergüenza mundial", dice Allemagne.
No está claro cuánto dinero esté en juego. Allemagne pidió US$35 millones para conciliar. Pero, ya entrados en litigios, con el aerosol convertido en una herramienta clave del arbitraje, "la cifra puede pasar los US$100 millones", explica el emprendedor.
Operador de máquinas agrícolas
Heine Allemagne tiene 47 años, 15 de los cuales se los ha dedicado al desarrollo de esta tecnología.
Oriundo de la pequeña ciudad de Uberlandia, en el estado suroriental de Mina Gerais, Allemagne trabaja en una hacienda de café como operador de máquinas pesadas.
"Yo soy un hombre pequeño, no soy el dueño de la hacienda, siempre he tenido una vida precaria y (la intención de) salir de eso fue lo que me llevó a crear esta solución para el fútbol, porque era un problema muy profundo", explica.
Al contrario de la condición de rivales que llevan ahora, su relación con la FIFA fue amistosa desde el principio.
Incluso Julio Grondona, el fallecido presidente de la Asociación de Fútbol Argentina y peso pesado dentro de la FIFA, fue uno de los impulsores del proyecto en el organismo.
De colaborador a enemigo de la FIFA
Con la ayuda de Silva, que venía de ser periodista deportivo, empezaron los ensayos, reuniones y capacitaciones con la FIFA.
En 2012, la International Football Association Board, organismo encargado de establecer las reglas del juego, aprobó el uso del aerosol.
"Ahí fue cuento la FIFA nos quiso comprar las patentes por US$500.000 dólares, una cifra que nos pareció muy baja, porque eso ni siquiera paga los procesos de patentes (…) A mí Grondona me había hablado de US$40 millones", asegura Allemagne.
El aerosol entró a las canchas, Grondona murió y, según Allemagne, "la FIFA pasó a decir que nosotros no teníamos las patentes en orden y que el acuerdo no estaba cerrado".
Allemagne dice que la FIFA mantuvo "reuniones con otros productores del aerosol, aliados a grandes empresas de pintura, que no tenían patentes, en busca de iniciar un proyecto distinto al nuestro".
Lo intentos de Allemagne de conciliar con la FIFA no tuvieron frutos y finalmente decidió demandar bajo los cargos de mala fe, deslealtad comercial y mal uso de patentes.
El mundo el fútbol tendrá sus ojos puestos en las canchas el próximo mes. Algunos funcionarios de la FIFA, sin embargo, tendrán los suyos puestos en los tribunales brasileños.