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Ni mayorías ni certezas, solo temores: conozca las claves de la campaña electoral 2017

La misma noche del domingo 19 de noviembre, aparte de conocer a los ganadores de la presidencial, habrá triunfadores en los 28 nuevos distritos del debutante sistema proporcional. Dos proyecciones: habrá segunda vuelta y no existirá mayoría para gobernar.

Apenas terminen las celebraciones de Fiestas Patrias, es decir el próximo miércoles 20 de septiembre, se dará el inicio oficial de la campaña electoral con miras a los procesos presidencial y parlamentario.
 
En tal sentido, todas las miradas están concentradas en la primera vuelta del 19 de noviembre, en los posibles protagonistas que tendrá la segunda vuelta del 17 de diciembre (de producirse) y los efectos políticos que generará la conformación del nuevo Congreso Nacional 2018-2022.
 
Algunos indicadores, a continuación.
 
Piñera enemigo de Piñera
 
De acuerdo a todas las encuestas de opinión, el candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, es el máximo favorito para adjudicarse la victoria en todos los escenarios y ante sus rivales de la centroizquierda con mejor puntuación: Alejandro Guillier (PR-PS-PPD-PC), Carolina Goic (DC), Beatriz Sánchez (FA) y Marco Enríquez-Ominami (PRO).
 
Sin perjuicio de lo anterior, el contexto de abierto favoritismo pasó a transformase en su principal obstáculo, aseguran los expertos, lo que se vería reflejado en una merma en el número de electores que acudirían a las urnas en dos meses más.
 
 
Lo advirtió el consultor político español Antonio Sola: “veo la campaña de Piñera con riesgo de que entre en un proceso de soberbia”.
 
“Pienso que no está nada dicho en esta campaña. Treinta puntos de indecisos es una bomba de relojería para cualquiera, y yo mayores árboles he visto caer. Muy amigo de Piñera, Guillermo Lasso, el candidato ecuatoriano, que tenía todo para ganar y terminó perdiendo, se equivocó en todo. Pecó de soberbia. Le diría: ‘no te equivoques, porque si no te equivocas, vas a ganar’”, explicó en El Mercurio.
 
¿El ya pensar en reformas constitucionales adelantadas, como la reelección presidencial, en potenciales ministros y en establecer prioridades legislativas, y sin contar las habituales “Piñericosas”, constituyen la soberbia que hace mención el analista hispano?
 
Para el director de la facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Eugenio Guzmán, “siempre es riesgoso” que se instale una sensación victoriosa en el inicio de un despliegue territorial.
 
“Más allá de que todas las encuestas dan a como ganador a Piñera e incluso con los cálculos de voto probable, hay que tener el cuidado suficiente. Quedan dos meses y tengo la impresión de que las otras dos campañas van a tratar de concentrarse en una crítica más directa a Piñera para horadar su candidatura”, comentó a Cambio21.
 
“La coalición ya tuvo el sabor del poder después de muchos años estando afuera y con muy poca capacidad. Por lo mismo, hay demasiados incentivos para minimizar cualquier riesgo de desorden o desacuerdo. Incluso el entorno de Evópoli y de Felipe Kast quedó bastante favorecido. Así que existe demasiado interés por recuperar el poder”, agregó.
 
Llama la atención, eso sí, que en una coyuntura de baja votación, que igualaría a lo registrado en la contienda de 2013 cuando Michelle Bachelet logró el 62,17% en las urnas, pero con una abstención que se elevó al 58,02% en el balotaje, el propio Piñera saldría beneficiado.
 
Kenneth Bunker, director del Programa Electoral de la Universidad Central, es el dueño de tal aseveración tras entregar las siguientes proyecciones: Piñera 44%, Guillier 21,3%, Sánchez 19,3% y Goic 5,3%.
 
“Se ha mantenido pegado en cerca de tres millones de votos y le conviene que vote menos gente en los comicios, para que estos adherentes logren representar el 50% más uno de los votos y así pueda ganar en primera vuelta”, indicó en radio Cooperativa.
 
Los costos de la identidad
 
No hay caso: mientras la Nueva Mayoría insiste en llamar a una convergencia “antipiñerista” pensando en la segunda vuelta, por cierto, con Guillier a la cabeza y con la Democracia Cristiana, el Partido Progresista y el Frente Amplio detrás suyo, once de las catorce colectividades que integran el conglomerado que apoya a Beatriz Sánchez descartaron -según informó La Tercera- apoyar al senador antofagastino si es que este accede al balotaje.
 
Se trata de la dura palabra de Revolución Democrática, los partidos Humanista, Poder Ciudadano, Liberal, Igualdad y Ecologista Verde, además de los movimientos Autonomista, Democrático Progresista, SOL, Democrático Popular (MDP) y el Partido Pirata.
 
 
Sin siquiera dar espacio a treguas, la postura sería anular la papeleta si Sánchez no derrota a Guillier, postura que en todo caso mantienen en duda los movimientos Izquierda Autónoma, Nueva Democracia e Izquierda Libertaria.
 
Como opción, alternativa, excandidato presidencial y postulante a la Cámara, Alberto Mayol, propuso que un plebiscito sea la instancia que defina colectivamente al actuar del FA después de noviembre.
 
Según Carlos Vergara, consultor de lmaginacción, “no se sabe si les conviene o no” negarse a la opción de negociar con el “guillierismo”.
 
“Hace sentido, que es otra cosa. El Frente Amplio está en un proceso de instalación de un principio de identidad, que no es fácil en estos tiempos y donde votar por Guillier en una segunda vuelta, para ellos, es lo mismo que un nuevo gobierno de la Concertación”, expresó a este medio.
 
“Su alternativa es de izquierda, no de centroizquierda como dicen, y en el que aspiran establecer una suerte de tres tercios: derecha, centroizquierda y una izquierda real”, insistió.
 
Manuel Antonio Garretón, sociólogo de la Universidad de Chile, sostiene que “hay voces en uno y en otro sector que entienden que lo más importante es la derrota de Piñera. Pero más importante aún es la oportunidad de constituir una nueva coalición para la segunda vuelta y con nuevas bases de centroizquierda, pero con predominio de la izquierda, lo que sería histórico y necesario para el país”.
 
“Habrá que ver si los actores van a apostar por los proyectos propios o por defender una propuesta de país. En mi opinión debe hacerse un acuerdo previo como condición para minimizar los efectos de la campaña. El tema es que ese acuerdo previo, hoy día y por razones políticas e ideológicas, no parece posible. Sí lo harían Guillier y Goic, dado que siguen en el mismo campo, no así el Frente Amplio y varios de sus grupos”, lamentó.
 
No a la Nueva Mayoría 2
 
Formalmente la Democracia Cristiana tiene como candidata a La Moneda a la senadora Carolina Goic. Sin embargo, no es ningún misterio que al interior de la falange existen militantes y dirigentes que respaldan a Alejandro Guillier, quienes se cuadrarían con el periodista apenas se termine la primera vuelta.
 
Más allá de esta dualidad, que ya se vivió en 2013 cuando una parte de la colectividad votó disciplinadamente por su abanderado, Claudio Orrego, que resultó tercero en la primaria de la Nueva Mayoría, y otra que desde un principio se sumó a Michelle Bachelet, lo que se avecina en Alameda 1460 es un verdadero conflicto político.
 
Por un lado, es sabido que un sector relevante de los votantes de Goic se plegará a Guillier si este termina midiéndose con Piñera en la segunda vuelta.
 
Lo que se desconoce es lo que pasará con aquel electorado DC que no se siente identificado con la propuesta de izquierda que representa el parlamentario nortino, escenario que se acentuaría aún más si es Beatriz Sánchez la que pasa al balotaje.
 
 
Cabe recordar que la exministra Mariana Aylwin adelantó en abril que una facción de militantes elegiría a Piñera si es que su partido no llevaba candidato presidencial.
 
Por mucho que la hija de Patricio Aylwin integre el área de publicaciones para docentes de la Fundación Futuro, centro de estudios que pertenece a Piñera, se haya ganado duras críticas por sus comentarios, en concreto aparece como lejano que la militancia DC escoja a Piñera por sobre Guillier en una segunda elección. ¿O no?
 
Lo primero que dijo el exministro Jorge Burgos -al integrarse al comando de Goic- fue que es posible llegar a un entendimiento con Guillier, pero a cambio de cinco o seis puntos que superen lo meramente electoral y los constantes enfrentamientos con el Partido Comunista.
 
¿Cómo están las cosas hoy? En TVN el también exdiputado, primero, pidió “llegar a la segunda vuelta… con mi candidatura (Goic). Las últimas encuestas nos dieron aire, además del entusiasmo de ella que no se lo gana nadie. Uno ve desgano en otras candidaturas. Así que estamos con la esperanza de dar esa pelea, que la vamos a dar”.
 
Y segundo, “ya vendrá el tiempo de conversar sobre eventuales acuerdos… y sobre el fondo de los acuerdos. Si es para hacer una Nueva Mayoría 2 o Tiburón 2 o una visión más profundizada de ella, creo que es difícil”.
 
En opinión de Carlos Vergara, la clave la tendrá el grupo de partidos que apoya a Guillier, que en vez de pedir una nueva alianza con la DC podría terminar arropándose con el trío Sánchez-Jackson-Boric. “Eso, aparte de dejar botado al centro, hablaría de un nuevo maltrato a la DC. En todo matrimonio deben existir al menos modales y afectos”, recalcó.
 
“Es difícil saber qué pasará en ese partido, pero si Goic no pasa a la segunda vuelta es claro que estarán enfrentados a una decisión difícil. Uno se imagina a su mesa central ordenando votar por Guillier y a un sector en contra que mandará a votar nulo y que querrá irse con la libertad de acción”, aseveró.
 
Quién pesa más
 
La misma noche del domingo 19 de noviembre, aparte de conocer a los ganadores de la presidencial, habrá triunfadores en los 28 nuevos distritos del debutante sistema proporcional de elecciones parlamentarias.
 
En esa óptica, ya se lanzaron las primeras estimaciones. Por ejemplo: la Universidad Central adelantó -merced a una simulación con los datos provenientes de la elección de concejales de 2016- que Chile Vamos logrará 75 diputados, el eje PR-PC-PPD-PS 58, la DC 18 y el Frente Amplio 4.
 
A nivel de senadores, en tanto, la derecha sumará 10 escaños, el bloque PR-PC-PPD-PS 10 y la DC (emplantillada con el MAS y la IC) 3.
 
Raya para la suma: ninguna coalición contará con mayoría absoluta para gobernar, que son 78 diputados, situación que no tiene “nada de dramático”, expresó Kenneth Bunker.
 
 
“El 2009 la derecha tampoco logró mayoría y pudo gobernar igual. Vamos a tener a un Congreso más fragmentado y con más partidos y más bancadas estables”, remató.
 
Por su parte, Mauricio Morales, director del centro de estudios de la Universidad de Talca, realzó el hecho de que la oposición se presente con una sola lista, no así los grupos de centroizquierda, “que tienen ofertas más amplias de candidatos y que por lo mismo podrían llevar más gente a votar”.
 
“Históricamente, la derecha ha estado por debajo en términos de representación, pero con el nuevo sistema electoral y mirando los efectos mecánicos de tener una lista unitaria, esto podría favorecer sus números y sancionar a aquellos segmentos que compiten en más de una lista”, nos comentó.
 
Para terminar, el académico adelantó que la foto de los candidatos con Piñera “servirá como atajo informacional para los electores, que verán al postulante al Congreso junto al favorito, a la vez que las tres listas de la centroizquierda provocará más fragmentación y mayores costos de información respecto a saber quién es el verdadero presidenciable”.