El obispo de la Catedral Evangélica, Eduardo Durán, investigado por presunto lavado de activos, acusó que "la envidia que provoca ser pastor de esta iglesia es muy grande", después de ser firmemente criticado por otros líderes evangélicos.
Cabe recordar que el viernes pasado el religioso declaró en calidad de imputado ante la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, y explicó que los 30 millones que recibe en diezmos mensualmente están a su libre disposición y los puede utilizar en gastos personales o entregar a la iglesia.
Después de asegurar que la Catedral es "la iglesia es la más grande de Chile", Durán señaló que muchos de sus críticos han sido favorecidos por él en el pasado.
"Obispos que han declarado en contra mía han recibido muchos favores míos, pero como el leseo y el apetito de llegar acá es grande, los entierran", afirmó en Cooperativa.
Durán agregó que "todos los fieles están a una sola voz conmigo".
Por su parte, el obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes de Chile, lamentó que se produjera este caso "porque al final nos deja mal a todos los evangélicos".
Durán explicó a la Fiscalía que menos de la mitad de los 30 millones eran destinados a 10 pastores para gastos de sus respectivas iglesias; nueve millones son destinados a su sobrina, su hija e hijo -el diputado de Renovación Nacional Eduardo Durán Salinas- y el resto de la suma queda a su disposición.
"No todos estamos administrando y llevando adelante la distribución de los recursos de esa manera. La mayoría de los pastores de las iglesias -yo lo puedo dejar en claro- tienen un orden establecido dentro de sus propias denominaciones", explicó.