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Destacan a Caszely como uno de los futbolistas que fueron capaces de oponerse a las dictaduras: no le dio la mano a Pinochet

Las palabras 'revolucionario', 'radical' e 'idealista' no suelen ser usualmente utilizadas para describir a un jugador de fútbol, pero la historia nos ha mostrado que los deportistas pueden tener posturas claras a favor o en contra de gobiernos y regímenes.

En Latinoamérica, varios futbolistas dieron muestras en la cumbre de sus carreras de una gran valentía y compromiso con sus ideales políticos, algunos de ellos, revelando su inclinación hacia la izquierda.

El chileno Carlos Caszely, de ideología comunista, se atrevió a no devolverle el saludo al entonces dictador de su país, Augusto Pinochet, en un evento protocolario antes del Mundial de 1974, como muestra de su rechazo a la violencia del régimen y a la falta de democracia en la nación sudamericana.

 

Por su parte, el legendario centrocampista brasileño Sócrates fue un impulsor de la democracia en la década de 1980, mientras su país vivía bajo una dictadura militar. Una forma de hacerlo era escribir mensajes políticos en las camisetas y bandas de pelo con las que jugaba los partidos.

El argentino Diego Armando Maradona, considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, también es conocido por su cercana amistad con Fidel Castro y su apoyo en Venezuela a la Revolución bolivariana. Otro ícono de la selección argentina, Javier Zanetti, luchó por las minorías y apoyó abiertamente a grupos de resistencia como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, México.