El pasado 28 de noviembre mientras se disputaba el partido entre Portugal de Cristiano Ronaldo y Uruguay por la segunda fecha del Grupo H, hubo un momento en que sucedió lo impensado.
En el minuto 50 del encuentro un hincha saltó a la cancha portando una bandera arcoíris, además de portar una camiseta con dos mensajes: “Salvar a Ucrania” y “respeto para las mujeres iraníes”.
Tras algunos segundos el invasor fue retenido y retirado del campo de juego, mientras el árbitro, el iraní Alireza Faghani tuvo que recoger la bandera multicolor, tal como se alcanzó a ver en la transmisión televisiva.
Rescatado por Gianni Infantino
Con el pasar de las horas se supo quién era el hombre detrás de la manifestación. El italiano Mario Ferri fue el activista que se hizo viral por la protesta que se viralizó en instantes debido a las fuertes restricciones que ha tenido el Mundial con las banderas con arcoíris, donde incluso se les amenazó a los capitanes que portaran el brazalete “One love” con que se les mostraría una tarjeta amarilla de llevarlo.
En una entrevista con Rai Sport además reconoció que fue el propio presidente de la FIFA quien acudió en su ayuda. “Me ha salvado Gianni Infantino”, expresó.
Después de permanecer detenido por cerca de una hora aseguró que el mandamás del fútbol internacional “Vino personalmente a ayudarme, tuve muchos problemas con la policía, pero Infantino apareció y arregló la situación”, continuó en su relato.
Pese a que consiguió ser liberado, Ferri no podrá acudir a ningún otro estadio durante la realización de la Copa del Mundo, tal como lo ha señalado el comité organizador del Mundial en un comunicado.
“El individuo involucrado fue liberado poco después de ser retirado del campo”, asegura el texto que añade más adelante que “Como consecuencia de sus acciones, y como es práctica habitual, su permiso de entrada ha sido cancelado y se le ha prohibido asistir a futuros partidos de este torneo”.
Pese a esto, Ferri se ha mostrado orgulloso de su actuar. “La FIFA prohibió los brazaletes arcoíris de los capitanes y las banderas de derechos humanos en las gradas, prohibieron a todos, pero a mí no”, comentó.
“La FIFA no considera que mis símbolos sean violentos, era un mensaje de paz. Han podido impedir que lo hicieran los capitanes, pero no han podido impedir el mensaje de este Robin Hood a la gente. Queremos un mundo libre”, cerró Ferri quien además ya había realizado manifestaciones similares en el Mundial de Sudáfrica 2010 y en Brasil 2014.