El cuarto día en la Eurocopa se presenta, a priori, por fin tranquilo tras el susto protagonizado el sábado por el centrocampista danés Christian Eriksen, que tuvo que ser reanimado en el césped tras sufrir un paro cardíaco en pleno partido de la Eurocopa contra Finlandia.
El futbolista del Inter de Milán sigue hospitalizado pero su condición es «estable», anunció ayer la Federación Danesa de Fútbol, lo que ha provocado un gran alivio en todo el mundo después de haberse temido un fatal desenlace: «Esta mañana hemos hablado con Eriksen, que ha saludado a sus compañeros. Sigue hospitalizado para pasar exámenes complementarios», comunicó ayer la Federación danesa.
El propio Eriksen, confirma hoy esta evolución favorable en un mensaje que reproduce 'La Gazzetta dello Sport': «Gracias a todos, no me rindo. Me encuentro mejor ahora, pero quiero entender todo lo que pasó. Quiero dar las gracias a todo el mundo por lo que han hecho por mi. La familia del Inter ha estado muy cerca mía y me emocionó».
En la última comparecencia pública, ayer domingo, el doctor de la selección danesa, Morten Boesen, confirmó que Eriksen sufrió un paro cardíaco que requirió de primeros auxilios inmediatos: «Christian estuvo muerto en algún momento. ¿Qué tan cerca estuvimos de eso? No lo sé. A los detalles de por qué sucedió no puedo responder. Tuvimos que empezar con un masaje cardíaco y reanimación porque se había ido. Todo sucedió en un momento, así que no sé muy bien qué decir. Hubo un paro cardíaco y fue revivido con una descarga de un desfibrilador».
Ahora, uno de los grandes interrogantes es el motivo por el que el futbolista, que no tenía antecedentes ni síntomas previos, se desvaneció. «Todavía no tenemos respuesta a este interrogante. Este es uno de los motivos por los que sigue ingresado», explicó el médico, que como Eirksen está a la espera de recibir el resultado de todas las pruebas que le están realizando para tener respuestas a los sucedido.