Lionel Messi no se cansa de hacer goles y deslumbrar a la afición. Cuando crees que has visto todo del astro argentino, es capaz de superarse a sí mismo y, por ejemplo, meter dos golazos de tiro libre en el mismo partido.
Pero es fin de año, hora de balances, y el trasandino habló de todo con el diario deportivo Marca. En la ocasión aprovechó de remarcar que va por todo: más récords y una nueva Champions para los catalanes.
En cuanto a técnicos, el “10” argentino dejó en claro que no tiene dudas: “Aunque es difícil, me gustaría volver a trabajar con Guardiola. Es uno de los mejores entrenadores del mundo. Por eso me gustaría, pero ya te digo que lo veo complicado”.
Los penales: una ciencia aparte
“Hoy se estudia todo: las faltas, los penaltis, el juego… Se analiza todo y nada se deja al azar. Hay que entrenar y buscar siempre darle una vuelta más”. Así desmenuzó Messi ante la consulta sobre cómo lo hacía para mejorar los lanzamientos desde los doce pasos.
Y se le han criticado en varias ocasiones sus fallos en la pena máxima, pese a su impecable rendimiento y clase en el tiro libre.
Icónico fue su penal enviado sobre el travesaño en la final de la Copa América Centenario frente a Chile. Lío fue el primero en patear en la albiceleste, y su fallo se convirtió en su primer penal errado en una definición de desempate. Ese 26 de junio de 2016 se fue del Metlife Stadium con un 77,3% de rendimiento en esa materia.
¿Fue la presión? Ahora el crack explicó el contraste. “En una falta tienes una barrera, la distancia, es otro tipo de golpeo… No tienes la presión de tener que meterlo sí o sí porque si fallas un libre al final no pasa nada, una falta puede entrar o no. En un penalti tienes mucho más que perder que ganar. Aquí el portero se siente más cómodo. Si le meten el gol es normal, es un penalti . El que chutea está más obligado a meter que el portero a parar. La presión es muy diferente”, sostuvo al medio español.