La intervención que sufrieron las cuentas bancarias de Ronaldinho hace dos semanas sólo fue el inicio de la persecución que está llevando a cabo la justicia brasileña en su contra. Según informó el Ministerio Público de su país esta jornada, al ex futbolista ahora se le allanaron tres autos de lujo, costosos televisores y diversos bienes materiales de la empresa que creó junto a su hermano. Ni las pinturas que había en el inmueble se salvaron.
De acuerdo al ente persecutor, el propósito de esta incautación es "garantizar el cumplimiento de un acuerdo suscrito" por Ronaldinho, a quien se le acusa de provocar importantes daños ambientales en Porto Alegre en dos proyectos distintos.
El primero tiene que ver con la creación del Instituto Ronaldinho Gaúcho -que atiende a niños y adolescentes vulnerables-, donde se habría promovido "talas de vegetación protegida, drenaje y movimientos sin licencia", señala la imputación. Por esto, el ex astro del Barcelona se comprometió a donar un área destinada a la creación de una unidad de conservación y una reserva de patrimonio natural de 22 héctareas. No obstante, hasta el día de hoy no ha respondido.
El otro negocio que tiene en problemas al ex astro del Barcelona fue la construcción de una plataforma de pesca en el lago Guaíba, donde también habría provocado perjuicios al medioambiente. A Ronaldinho se le multó con 2,3 millones de dólares por esto, pero sigue sin pagar ni un peso, según acusa el Ministerio Público de Brasil.