Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el quinientos seis y en el dos mil también; que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafáos, contentos y amargaos, valores y dublé.
Esa es la letra del tango Cambalache que queda chica con el bochorno ocurrido este sábado con la suspensión de la denominada final del siglo entre River Plate y Boca Juniors, fijada para las 17 horas.
Luego de pedradas y bombas lacrímogenas en contra del bus que llevaba a los jugadores de Boca, se suspendió el partido para este domingo a las 17 horas.
Varios jugadores de Boca sufrieron por los gases lacrimogenos y también por astillas de vidrios, entre ellos la figura de Boca, Pablo Pérez, (en la foto) de la crónica.
Foto: Gonzalo Lamardo, jugador de Boca Herido por astillas de vidrios