El croata Luka Modric y los franceses Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y Raphael Varane aparecen en todas las apuestas como los principales favoritos para lograr el Balón de Oro, que será desvelado este lunes en una ceremonia en París a partir de las 21:00 horas local (20:00 GMT).
Como suele ser habitual en los años de Mundial, con alguna excepción como los dos últimos, el ganador sale de la final del torneo más importante del fútbol. Todo apunta a que esta tradición se volverá a cumplir en 2018.
Si se concreta ese pronóstico, acabará la tiranía que durante diez años han impuesto sobre el prestigioso galardón el portugués Cristiano Ronaldo, ganador de los dos últimos, y el argentino Lionel Messi, con cinco para cada uno.
"France Football", organizadora del premio, guarda con celo el nombre del ganador. En años en los que hay más incertidumbre, la revista alienta el suspenso y su director, Pascal Ferré, se divierte al calificar de "idioteces" los rumores que circulan.
Modric aparece como el principal favorito, tras haber sido elegido en septiembre pasado mejor jugador por la FIFA. Es cierto que el croata de 33 años no logró levantar el trofeo en Moscú, pero fue el mejor jugador de aquella competición y uno de los mejores del Real Madrid que ganó la tercera Liga de Campeones consecutiva.
Varane, cuenta con la ventaja de haber sumado los dos trofeos más importantes del año, además de haber sido, a sus 25 años, un baluarte defensivo en ambos casos. Pero el Balón de Oro quiere poco a los defensas.
El último en ganarlo fue el italiano Fabio Cannavaro, precisamente en 2006,también la última vez que lo lograba un futbolista que había ganado un Mundial.
Griezmann fue el alma de la selección que ganó en Rusia y, además, sumó su primer trofeo internacional con el Atlético de Madrid, la Europa League, que posteriormente completó con la Supercopa europea.
El "Principito" ya conoce el sabor que tiene el podium del Balón de Oro, que cató en 2016, y no oculta su ambición por ese premio que ningún francés ha conseguido desde Zinedine Zidane en 1998, otro campeón del mundo galardonado.
A sus 27 años, Griezmann, sobre quien reposa buena parte de la responsabilidad tanto en la selección francesa como en el Atlético de Madrid, no ha estado nunca tan cerca del premio, aunque puede verse adelantado por un compatriota, Mbappé, que a sus 19 años rompe récords de precocidad.
El jugador del París Saint-Germain tiene casi asegurado el trofeo Raymond Kopa, que por vez primera premia al mejor jugador de menos de 21 años. Pero su eclosión puede llevarle también al Balón de Oro, porque su carisma no conoce límites.
No hay que olvidar en la carrera por el premio a Ronaldo y Messi. Tras diez victorias consecutivas, siguen siendo considerados por encima del resto, aunque este año pueden verse distanciados porque su aportación en el Mundial no fue decisiva.
En el caso del luso, fue vital para que el Madrid conservara la Copa de Europa, mientras que Messi, que condujo al Barcelona a la liga y la Copa de Rey, mantiene el aura de un jugador mítico.